Hoy, en su segunda edición de noche de miércoles, “MasterChef Celebrity”, el programa de cocina de Canal 13, escogió al primer aspirante que aseguraría su presencia en el Top 8.
Y lo hizo con un reto muy peculiar para sus aspirantes. Cuando Begoña Basauri, Felipe Ríos, Nataly Chilet, Pepi Velasco, Pollo Castillo, Gastón Bernardou, Tutú Vidaurre, Yamila Reyna y Rodrigo Gallina entraron al estudio se encontraron con que los chefs, Fernanda, Yann y Jorge, estaban cocinando en las estaciones. Y, más aún, estaban cocinando para ellos.
Al terminar, tras varias burlas y comentarios divertidos de los aspirantes, ahora en la envidiable posición de ver cocinar a sus jueces, cada uno regresó a sus estaciones de trabajo y vieron los platos que los chefs hicieron para ellos: se trataba ni más ni menos que de tacos mexicanos.
Según las instrucciones de los chefs, los 9 aspirantes tendrían que probar cuidadosamente sus tacos y, tras saborearlos, anotar todos los ingredientes que lograron detectar. Los nueve aspirantes procedieron, pero Gallina destacó por ser el primero en terminar de comer. En efecto, se comió su taco de sólo dos mascadas, pues dijo que tenía hambre, y con eso, no se fijó en los ingredientes.
Luego, los chefs pidieron a los aspirantes que leyeran en voz alta los ingredientes detectados, para revisar los aciertos. Luego les comunicaron que el reto de cocina consistiría en preparar un plato mexicano usando sólo los ingredientes detectados correctamente por cada uno. Esto fue una buena noticia para Felipe, quien detectó 25 ingredientes, o para Yamila, quien detectó 20. Pero Gallina, por preocuparse sólo de comer, detectó sólo 10, lo que limitaría enormemente sus posibilidades en la cocina.
Los aspirantes fueron a buscar los ingredientes al supermercado amenizados por música de mariachis instalados ahí mismo, y luego empezaron sus preparaciones. Casi todos decidieron hacer tacos semejantes a los que probaron de los chefs, e hicieron sus mejores esfuerzos por conseguir hacer una tortilla de maíz y acertar con el sabor picante procesando distintos chiles.
Algunos tuvieron dificultades, como Tutú, que tuvo una reacción alérgica a los chiles y requirió asistencia médica; o Pollo, que necesitó ayuda del chef Rausch para poder prensar su tortilla; Begoña, que quemó su carne de cerdo, pero de todos modos decidió ocuparla; o Felipe, que quemó dos ollas de porotos negros, así que prefirió no usarlos.
La excepción fue Gallina, quien en su breve lista no incluyó harina de maíz ni ninguna proteína, entonces tuvo que conformarse con hacer un guacamole sobre una cama de cebollas y piñas. Por su parte, Pepi decidió hacer un mole de porotos en lugar de tacos, y agregarle mini tortillas como chips, pero tuvo que hacerlas dos veces, porque al limpiar su estación se le cayó al suelo el plato donde los tenía, dejando un desastre.
Tras una hora cocinando, llegó el momento de presentar los platos. La primera en presentarse fue Pepi, con su plato titulado “México Rico”, consistente en un mole de cerdo en manteca con porotos negros y chips fritos. Fue celebrado por los tres chefs, y sólo criticaron su emplatado, al que le faltó colorido.
Yamila fue la siguiente, con “México a la piedra”, tres tacos chilangos que representaban los colores de la bandera de México. Fernanda criticó el sabor de sus porotos y sus salsas, por un exceso de picante, pero a los otros dos chefs les gustó, y celebraron especialmente su colorida presentación.
Gastón, por su cuenta, presentó “Mi vida loca”, título de un disco de Los Auténticos Decadentes. Su plato fue definido por todos como “raro”, ya que su salsa tenía un sabor muy inusual, su cerdo sabía a grasa, y con la piña, el resultado era aún peor. Con esto, el “rey de las salsas” tuvo un traspié.
Nataly llegó a presentar su plato vestida de mexicana, y se presentó como “Nathalía, la del barrio”. Su plato, “Amor a la mexicana”, eran tacos pastor, pero quedaron excesivamente dulces; Fernanda bautizó el plato como “Tortura a la mexicana”, y Rausch le mandó a decir a Nathalía que trajera a Naty de vuelta. Felipe presentó “Lucy la rancherita”, llamado así por su mamá que no se baja de los tacos. La suya fue una presentación donde cada uno arma sus propios tacos, y a los chefs les gustó por la variedad expuesta y por la nueva actitud del actor, más feliz y menos conflictivo que en el tenso capítulo pasado.
Begoña fue la siguiente, con “Cochinita Kill Bill”, unos tacos de cerdo con cebolla encurtida que fueron calificados como ricos pero, unánimemente, pasados en nivel de sal. Tutú fue la siguiente con “Dos güeros y una güerita”, que incluyó un guacamole con tomates verdes en lugar de limón, pero su plato con falta de sazón no convenció a nadie. Yann dijo que no lo calentó, Fernanda que no querría pedir una docena, y Rausch que no era “sexy”.
El penúltimo fue Gallina, quien llegó con su guacamole titulado “Volcán de Tenochtitlán”, que presentó sobre una rodaja de cebolla asada y con piña asada encima. Lamentablemente, los jueces le hicieron ver que la cebolla estaba cruda y que el guacamole no tenía sabor a nada, quedando como palta molida sin ningún condimento, así que, cómicamente, se convirtió rápidamente en el peor plato de esta competencia. “Quiero que te vayas a reflexionar qué te hicimos nosotros para que nos des esto”, cerró Fernanda.
El último en presentarse fue Pollo, con sus tacos “No mi güey, está sabroso”, que a Yann no le gustó, pero a los demás jurados sí. “Aquí pasa un fenómeno antinatura: parece que quien pone los huevos es el pollo”, dijo Fernanda.
La deliberación fue sencilla para los jueces: Pepi Velasco se convirtió en la primera inmune en pasar al balcón, llegando directamente al Top 8 del programa, y salvándose de participar en el próximo episodio. Tras la noticia, todos sus compañeros celebraron a la actriz bailando “Jarabe Tapatío” en trencito.
Como es tradición, el programa estuvo entre los temas más comentados en redes sociales, consagrándose como Trending Topic en Twitter con el hashtag #SaborALaMexicanaMC.