En el fin de semana previo a las elecciones, una noticia se tomó la agenda opinante en redes sociales: El allanamiento al Partido Comunes por parte de Fuerzas Especiales de Carabineros de Chile. Esto luego de un reportaje de CIPER que reveló las asesorías millonarias de Karina Oliva mientras era candidata a gobernadora de la Región Metropolitana, así como también por parte de Rojo Edwards (Republicanos) y Catalina Parot (oficialismo).
La puesta en escena cinematográfica del operativo fue ampliamente exhibida por los noticieros centrales de la televisión chilena, la misma que fue nuevamente criticada por el tratamiento que dio a este hecho. Muchos enfatizaron que todo se trató de un nuevo acto de “intervencionismo electoral” por parte del Gobierno de Chile, ya que otros casos de corrupción que salpicaron a la derecha como los casos Penta y SQM no tuvieron el mismo despliegue impresionante de dicha institución. Lo mismo cuando durante el año pasado se descubrió la fabricación de armas en una sede de la UDI.
A dichas críticas se sumó La Red, que en su crónica en su página de internet, la periodista Laura Landaeta calificó como “Un show mediático que despertó críticas por lo excesivo y porque podría perfectamente bien rayar en intervencionismo electoral, más aún considerando que el partido había desvinculado a su presidente, también restó apoyo a Karina Oliva y cuestionó desde el primer momento sus acciones”.