“El patriarcado es un juez”, nunca mejor dicho por parte de Lastesis en aquel canto que recorrió miles de latitudes. Ese enunciado, que evidencia cómo los hombres nos atrevemos a juzgar las conductas de mujeres e investigándole romances, fue reafirmado durante la emisión de ayer de “Me Late”, en la que Sergio Rojas realizó una amenaza hostigante contra la diputada del Distrito 9 de Santiago, Maite Orsini.
En realidad, ¿qué tiene que entrometerse, tanto él como el resto de los panelistas del programa de TV+, en cuanto a las relaciones que establece una parlamentaria recientemente reelecta? En este sitio realizamos varias conjeturas. La primera tiene que ver con que dichos programas desde siempre le han hablado a una sociedad profundamente despolitizada, a aquellos que “no están ni ahí” y que tienen instalada en su cabeza la monserga que puede arruinar un país y su destino, que dice que “gane quien gane mañana hay que levantarse igual a trabajar”.
Lo peor son las palabras violentas que el señor Rojas dice contra ella: “Que no alegue después”, en un tono amenazante y hasta hostigante, usando el status de uno de los “jueces” que pueden definir desde el éxito o fracaso de un programa, pasando incluso por hacer caer a un famoso y levantar a otro que se discipline a las directrices de la poderosa prensa farandulera.
Es aquí donde en este humilde sitio, crítico desde el primer día de estos espacios, es que tenemos una hipótesis que puede ser conspiranoica para muchos, pero es igualmente razonable y con grandes posibilidades de ser un hecho de la causa: Los periodistas de farándula le tienen sangre en el ojo a Maite Orsini. ¿Por qué? Varios motivos: Una de ellas es la “Ley Pack” que patrocinó la misma legisladora y que sanciona a todo aquel que difunda videos sexuales sin consentimiento, en las que se incluye los medios de comunicación. Esta iniciativa vino en el momento en que se difundió un “sextape” de una famosa, el cual fue ámpliamente comentado por varios programas de entonces, hablamos de 2018 e incluso nos referimos a aquello en una editorial. El periodismo farandulero no aceptó estas nuevas reglas y eligió ensañarse contra ella.
Otra posibilidad es que ese mismo mundo esperaba que, tomando en cuenta varios antecedentes que quedaron en el pasado, Maite fuese como Cathy Barriga o Pamela Jiles, gente que hizo carrera en la farándula dura y usó los mismos códigos para hacer política. Felizmente eso no ocurrió y eso también puede motivar la actitud carroñera de los anteriormente mencionados para con la militante de Revolución Democrática.
Lo cierto es que Orsini no fue reelecta por publicar con quién anda, sino que por el trabajo que le encomendó la ciudadanía, el cual fue recompensado con otro periodo: Además de proyectos como la “Ley Stealthing” y la mencionada “Ley Pack”, ha presidido varias comisiones como la de Bomberos siendo ella parte de las y los “chicos buenos”, patrocinó iniciativas de bien común como una escala del edificio del Costanera Center para motivar a la donación de órganos, y en las semanas distritales ha sido la primera en aparecer en las comunas a las que representa, escuchando a la gente y creando actividades como un taller de defensa de la violencia de género.
Para concluir, Sergio Rojas (quien ya tiene antecedentes de maltrato verbal contra las mujeres por los cuales varias famosas se quejaron e incluso tuvo una sanción del CNTV en 2013) es una de las personas que no debería estar en televisión. No hay justificativo ni contexto que avale su violencia psicológica contra personas como Maite Orsini, Nataly Chilet o cualquier personalidad pública a quien se atreva a insultar.