Cada vez más se aprecia dentro de la pantalla chica una división entre los canales “tradicionales” y los canales “jóvenes”, los primeros, quienes hoy están en el tercer y cuarto lugar de la sintonía apelan parte importante de su programación a espacios vinculados a su trayectoria, mientras que los segundos, aseguran su sintonía con contenido actual, sin echar a mano sus archivos televisivos. Aquí hay un detalle interesante, Chilevisión si bien por su fecha de instalación se encuentra dentro de las estaciones tradicionales, esta señal ha experimentado cambios tan profundos como la eliminación de su frecuencia original y de nombre de la institución, por ende, vamos a entender al canal 11 como un canal “joven” dentro de este listado.
Tanto TVN como Canal 13 en varios espacios del día se esmeran en ofrecer contenido producido en décadas anteriores, hemos visto como este año se ha consolidado la franja de las 15 horas para emitir telenovelas exitosas de estas estaciones, apelando a un público aún amplio que recuerda con cariño estas producciones dramáticas. Si bien no logran derrotar al líder de sintonía en el horario, si han podido establecer un horario competitivo que hasta unos pocos años estaba dominado completamente por Mega.
En el caso de la estación pública esta necesidad de apelar a un pasado exitoso es aún mayor, desde octubre se ha re-estrenado el ciclo de dramatizaciones policiales Mea Culpa con una más que aceptable aceptación en la sintonía, la serie creada por Carlos Pinto sigue rindiendo bastante bien a pesar de las modificaciones existentes en el comportamiento de los televidentes. El caso de Mea Culpa es positivo, porque no se apela al pasado solo a través de la nostalgia, sino que se actualiza con nuevos episodios, otorgando de paso un baño de modernidad a la serie.
Las estaciones “jóvenes”, al no poseer productos tan marcantes de su pasado, no tienen el estigma de sacar a lustre a sus videotecas, por lo que sus caballos de batalla son producciones nacionales contemporáneas y un buen número de franquicias internacionales en el área del entretenimiento, pero aun así es percibible en las telenovelas de Mega una fuerte apelación a las producciones del pasado realizadas en TVN, sobre todo en la necesidad de sacar a las telenovelas fuera de Santiago logrando una vinculación más cercana con las regiones.
Así se produce una interesante simbiosis entre los recursos del pasado, tanto de una forma directa como indirecta, con la necesidad de entregar contenido fresco a las nuevas generaciones. El pasado siempre puede servir como un punto de referencia, pero es necesario que aquello no sea suficiente para encantar al público, sobre todo el más joven. Tal vez sea este el mayor desafío que tomen las estaciones de televisión, sobre todo las que tienen una mayor trayectoria en la industria.