A diferencia de años anteriores, quienes hayan obrado mal de forma física o verbal contra las personas y sean famosos, no tendrán cabida alguna en la pequeña pantalla local.
Y es que durante esta jornada se conoció la noticia de que una expareja de un participante de “Aquí se baila”, el exintegrante de “Yingo” Iván Cabrera, habría ejercido violencia de género contra ella. La mujer llamada Antonella Mareco declaró en un Instagram que “Dejaba su celular grabando, cuando se iba a hacer eventos, para escuchar las conversaciones con mis amigas. Hacíamos tríos, me mandaba a buscar mujeres para que hiciéramos tríos y poder grabar. Me drogaba”.
Luego señaló que “me incitaba para que yo me grabara drogada, perdí la conciencia de tanta droga, porque una vez me tomé seis pastillas de éxtasis en una noche estando con él y me violó. Al otro día me decía ‘te violé porque eres mi put… te amo porque eres mi put…, siempre vas a estar conmigo’, y me pegaba”. Y fue más allá, porque también reveló que una vez concluida la relación, le mandaba videos sexuales con Gala Caldirola.
Esta repudiable actitud hizo que Canal 13 tomara cartas en el asunto, y es que según informa Fotech, la televisora informó que Cabrera ha quedado suspendido del nuevo estelar de baile “hasta que se aclare judicialmente el caso y se llegue a la verdad y responsabilidad de los hechos”.
Opinión editorial
No cabe duda que ahora, más que nunca, hay que tener mucho cuidado con las personas a las que dan cabida en los medios de comunicación, y principalmente la televisión. Si ya vamos a tener a un parlamentario con una moral cuestionable como Gonzalo de la Carrera y un verdadero misógino como Johannes Kaiser en el Congreso Nacional, no nos daría el estómago para ver a un potencial violador bailando en la pequeña pantalla.
Hace diez años, estas actitudes pasaban coladas y hasta se incluía una entrevista en el mismo espacio para contar “su verdad” por una verdadera “lluvia de millones”. Y es que estas prácticas se aceptaban “bajo el contexto de la farándula”, como dijo Adriana Barrientos en “Pecados Digitales”.
Sin embargo, los tiempos cambiaron y el país también vive su proceso: El movimiento “MeToo” que sacudió la industria del entretenimiento de los Estados Unidos marcó varios hitos importantes, alejando a los acosadores y machitos de la industria. Eso implicó productores como Harvey Weinstein y quien fuera por años la máxima cabeza de CBS, Leslie Moonves.
Esta oleada se extendió a Argentina con las graves acusaciones hacia Juan Darthés, y llegó a nuestro país en consonancia con las críticas a las coberturas como los femicidios y la violencia que día a día sufren muchas mujeres en Chile.
Por esto es una poderosa buena señal que Canal 13, que de hecho ganó un premio por su campaña “#NoEstamosTodas”, haya hecho un signo de coherencia marginando a Iván Cabrera de su nuevo programa veraniego. Mañana le puede tocar a cualquiera, desde rostros hasta productores, todos pueden caer. Atrás quedaron los tiempos en los que la TV cubría estos sucesos de forma errática, como ocurrieron en 2013. Hoy la responsabilidad es y debe ser siempre la norma.
Ni una menos es ni una menos.