Inició la temporada televisiva 2022, y no hemos tenido que esperar marzo para dar el puntapié inicial. En ausencia de los festivales veraniegos que han sido escasos por la pandemia, el verano viene nutrido de estrenos, algunos con mucha promoción con meses de antelación.
Y en este último nos detenemos en Doctor Milagro, producción turca que ha tenido una alta figuración internacional. digamos que esta es la adaptación de una serie coreana y que terminó, entre otras adaptaciones, generando la serie estadounidense The Good Doctor, emitida en Chile por TVN. Chilevisión no escatimó tiempo ni espacio para promocionar, por varios meses, esta serie que pretende ser el caballito de batalla de las noches estivales. Todo esto no es ningún problema, todo lo contrario. Pero hay algo que preocupa, y que no solo se detiene en la programación de la telenovela turca.
En los últimos años, los estrenos de programas en horario estelar han sido enganchados directamente con el noticiero central, sin su intermediario natural que es el informe del tiempo. Esto ha sido una tónica adoptada por todas las estaciones desde hace ya algún tiempo, y puede ser explicable para el capítulo de estreno, pero ¿Es necesario pasar de las noticias al programa estelar durante toda una semana? ¿Que pasa con un servicio básico, fundamental para mucha gente como es el informe de la previsión del tiempo? Hay gente, sobre todo en el campo, que es necesario saber de manera oportuna como amanecerá al día siguiente para hacer sus labores diarias, ¿O encuentran que es justo entregarles ese informe bastante pasada la medianoche?
Una cosa es construir sintonías, generar una base de apoyo para que el público esté dispuesto a sintonizar un determinado programa, pero otra cosa es dejar pasar a llevar a este mismo público tratando de abusar o insistir que este público sintonice un espacio saltando algunos de los espacios fundamentales dentro del ámbito informativo. El abusar de prácticas que generan una captación de sintonías genera una vulneración grande a otro grupo de personas que asisten a una práctica ritual que tienen las estaciones que consiste en ver las noticias y luego ver el informe del tiempo, para que luego determine qué programa ver.
Pero este abuso también ha perjudicado a otros espacios de la señal de Viacom CBS, los televidentes de El Discípulo del Chef, otro espacio de CHV que ha generado una buena cantidad de público fiel al espacio, ha protestado por los cambios de horario de este programa en desmedro de Doctor Milagro, y otra vez la misma pregunta, ¿Que hacemos con el público de un programa que tiene buena sintonía, reflejada en los trending topics de redes sociales? ¿Los obligamos a adaptar el horario de un programa que se ganó la aceptación de un buen grupo de gente, solo para engancharlo por otro espacio?
Todo esto último refleja que la tan nefasta “parrilla flexible” sigue bastante viva, y que ésta decisión de programadores siempre puede tener el efecto contrario de telespectadores que se sienten traicionados por los canales y prefieren otra alternativa, moverse a hacer algo diferente. Finalmente la “parrilla flexible” daña uno de los patrimonios fundamentales de las estaciones que es la fidelidad del públicos de sus programas, y genera otro problema adicional a los canales, uno que se ha visto en boga en otras instancias de la vida pública; la incertidumbre.