Las noticias falsas son, sin duda alguna, una verdadera pandemia mediática. Su empleo, generalmente por candidaturas de ultraderecha, puede decidir el destino de un país en su mayoría para mal, y sus consecuencias podemos pagarlas todos si no se actúa contra ellas. Plataformas como Facebook e Instagram ya parecieran haber aprendido la lección y han instaurado políticas para alertar acerca de información no verídica en las mismas publicaciones.
Sin embargo, YouTube pareciera no tomar conciencia todavía de este mal. No cabe duda que el servicio de videos de Google no ha tomado acciones concretas para detener las falsedades que publican varias cuentas, que incluyen desde difamación pura y dura hasta hostigamiento selectivo incluso por parte de líderes ultraderechistas como José Antonio Kast.
Ante esto, más de 80 organizaciones de fact checking, entre ellas medios especializados en verificación de informaciones, han redactado una carta a la directora de la empresa, Susan Wojcicki, para exigirle cuatro medidas contra las llamadas “fake-news”. Quien representa a nuestro país en esta misiva está Fast Check CL, que ha hecho una encomiable labor verificando las noticias sobre todo en el periodo electoral.
Sin ir más lejos, la carta dice que “permite que actores sin escrúpulos utilicen su plataforma como un arma para manipular y explotar a otras personas, y para organizarse y recaudar fondos”, calificando las medidas actuales como insuficientes. Por este motivo, han instado a YouTube a que instaure “medidas eficaces contra la desinformación y la información errónea, a que elaboren una hoja de ruta de intervenciones políticas y de productos para mejorar el ecosistema de la información, y a que lo hagan con las organizaciones independientes y no partidistas de verificación de hechos de todo el mundo”.
Los ejemplos que citan las organizaciones son varias: Desde los mensajes de odio de las “milicias mediáticas” a favor de Bolsonaro en Brasil, hasta lo sucedido en Estados Unidos donde la narrativa de populares pseudolíderes de opinión de un “fraude electoral” en los comicios de 2020 terminó con un asalto al capitolio hace aproximadamente un año. Lamentablemente, esos videos que cuentan con millones de visualizaciones todavía siguen ahí en línea para todo público, y YouTube no ha presentado data que demuestre la eficacia de sus políticas contra noticias falsas.
Las organizaciones postulan que “nuestra experiencia como verificadores de hechos y la evidencia académica demuestran que sacar a la luz la información contrastada es más eficaz que eliminar contenidos. Esta alternativa también preserva la libertad de expresión al tiempo que reconoce la necesidad de información adicional para mitigar los riesgos para la vida, la salud, la seguridad y los procesos democráticos”.
Ante aquello, le exigen a la mandamás de YouTube medidas más efectivas: Un serio compromiso de transparencia respecto a la desinformación en esta plataforma, en donde la plataforma debe apoyar investigaciones sobre la masividad de las noticias falsas que suelen publicarse ahí, así como los métodos más eficaces para combatirlas; proporcionar contexto e información contrastada superpuestos a los mencionados videos como contenido adicional (parecido a lo que hacen Twitter, Facebook e Instagram en la actualidad); actuar contra los infractores reincidentes que producen contenido relacionado con falsedades con especial énfasis en quienes monetizan sus videos; y finalmente ampliar sus esfuerzos contra la desinformación para idiomas distintos al inglés.
Esperando pronta respuesta a dichas inquietudes, las organizaciones y medios firmantes cierran la carta diciendo que están “preparados para prestar a YouTube toda la ayuda que necesiten en esta tarea”, además de solicitar una reunión con Susan Wojcicki “para hablar sobre estos asuntos y encontrar formas que conduzcan a una colaboración eficaz”.