Fue en el 2017 cuando, por el solo hecho de ser opositora al gobierno de Donald Trump, Katy Perry vivió el boicot más grosero que se haya visto en la industria musical con el disco “Witness”. En ello, su presentación en “Saturday Night Live” fue polémica ya que se contaron diferentes noticias falsas, lo que fue la tónica de ese año donde vivió una profunda depresión que expresó tanto en sus redes sociales como en actuaciones como Glastonbury.
El tiempo y los hechos demostraron que ella siempre tuvo la razón, por lo mismo, el año pasado reapareció masivamente en los medios de comunicación y cantó en el evento “Celebrating America”, cerrando la noche de la toma de posesión de Joe Biden y Kamala Harris.
Ya con su sonrisa recuperada, continuó siendo jueza en “American Idol” y su puesto, por ahora, es inamovible. Y no solo eso, sino que lanzó su residencia en Las Vegas titulada “PLAY” cuyas funciones han sido a tablero vuelto.
En el marco de su reconciliación interna, la californiana regresa al show de humor y música de la NBC el próximo 29 de enero, en un capítulo que será conducido por Willem Dafoe. De inmediato surgieron las especulaciones en torno a un posible nuevo material, que por supuesto será la instancia para recordar que la maldad de algunos opinadores de redes sociales no logró derribarla, sino que la hizo mucho más fuerte y poderosa.