En el Brasil de Jair Bolsonaro solo pueden pasar cosas malas. Después de la asunción del mandatario en funciones ultraderechista, lamentablemente los casos de violencia racial y apologías al nazismo subieron considerablemente. El último de ellos fue un asesinato de un refugiado congoleño a raíz de un linchamiento en una playa de Río de Janeiro.
Esta mañana se realizó una manifestación en Brasil clamando por justicia contra este lamentable hecho, el cual fue cubierto por Globo a través de su matinal “É de casa”. El presentador Manoel Soares decidió abandonar el programa para acudir a tomarle el pulso al sentir de la gente, no sin antes pedirle a la dirección del espacio que no exhibieran el video de la violenta escena, pues era sábado en la mañana.
Sin embargo, en sus despachos, relató haber recibido insultos racistas. Lo llamaron de “macaco”, “negro imbecil” y hasta le dijeron que el canal debería encerrarlo en una jaula, según relató en los mitines. Incluso denunció que un hombre blanco y gordo quiso pelear con él.
Una terrible situación que reafirma la decadencia de una buena parte de la sociedad brasilera en torno a casos como este, y como los discursos de odio afectan duramente a la televisión de ese país.