Son tiempos difíciles para el periodismo en Brasil, y así lo tuvo que vivir en carne propia la reportera de la SBT en Rio de Janeiro, Branca Andrade, mientras cubría un paro de transportes.
Cuando realizaba su labor de informar acerca de la huelga en el Terminal Alvorada de Barra da Tijuca, durante gran parte de su despacho fue acosada e intimidada por dos personas, que no presentaron ninguna identificación y ni siquiera dijeron si eran parte del personal que trabajaba en el lugar.
A través de un comunicado, la estación fluminense de la cadena de Silvio Santos repudió el hecho, enfatizando que “El periodismo brinda un servicio esencial para la población y no debe sufrir ningún tipo de censura”.
Asimismo, revelaron que la profesional solo pudo realizar su labor tras lo apreciado por los televidentes cariocas y la manifestación de varias autoridades, entre ellas, la del alcalde Eduardo Paes.
Recibieron además el apoyo de diversas organizaciones en defensa de la libertad de prensa en un país absolutamente crispado.