La conductora Viviana Canosa, desde que viró de la farándula a la política, ha usado los mismos métodos del género que la vio nacer para opinar sobre el acontecer de su país. La semana pasada lo hizo en el marco del 8M mandando a las feministas a “bañarse y laburar”, en un tono sumamente ofensivo. Y no solo eso, sino que criticó a la periodista de Clarín Mariana Iglesias, quien hizo un artículo resumiendo sus controversiales dichos y, no solo eso, sino que dicen que presionó al diario para bajar la columna de su sitio web.
Ese tono tan violento de decir las cosas lo reafirmó en el marco de una visita de estado en la que el Presidente de Argentina, Alberto Fernández, recibió a su par dominicano Luis Abinander, en la que en un tono de broma típicamente caribeño dijo que “todo argentino que visite la República Dominicana tendrá una clase de merengue gratis”.
Lo decía, por supuesto, en el tono del buen humor que caracteriza a Centroamérica, no obstante, el camino de la otrora panelista de “Intrusos” fue el de la burla, el racismo y la xenofobia.
En su programa “Viviana con Vos” que se emite en A24, la conductora bailó el ritmo tropical en un tono sumamente despectivo, para luego decirle a los dominicanos que “la sociedad está vulnerada, harta, y ustedes se divierten que nos van a dar clases gratuitas de merengue si vamos a la República Dominicana. ¿Por qué no se van a la m… todos?”.
Dichas lamentables frases causaron rechazo entre los periodistas y el pueblo dominicano, en un video que resumió el programa digital “679 Evolución”, que hizo además una síntesis de sus agravios gratuitos contra el oficialismo e incluso el mismo mandatario trasandino. Estas actitudes demuestran que la farándula y la política son una mala combinación, aquí, allá y en todas partes.