Un nuevo Lollapalooza fue historia y nos dejó varias enseñanzas. La primera es que hay fenómenos incuestionables como Miley Cyrus y Doja Cat, y otras que son inentendibles como la de Marcianeke, que de voz virtuosa no tiene absolutamente nada. Sin embargo, así como puede sanar la salud mental de nosotros que vemos a la música (y su presencia en medios) como algo más que un divertimento, también vimos la peor cara de los usuarios chilenos de las redes sociales.
Pero para ejemplificar quisiera mostrar dos caras de una misma moneda. La actuación de la artista argentina Nicki Nicole dió mucho de qué hablar en el país trasandino, y la mayoría fue de un notorio orgullo de como una cantante, que ha explorado desde el pop hasta ritmos urbanos y ha cantado de igual a igual con Christina Aguilera ha llegado lejos en la industria musical.
Y por otro lado, vimos un lamentable ninguneo al show de Cami en el mismo escenario del Parque Bicentenario de Cerrillos, y la mayoría levantando polémicas sobre la nada, cual panelista de franjeado de TV+ o Zona Latina: Desde una frase sobre los ovarios hasta una rima acerca de los políticos. Ambas cosas fueron usadas contra la artista, cuando no había razón empírica para eso. ¿Había algo que motivara tal ensañamiento? Nadie sabe, nadie supo.
Después nos quejamos de que no hay apoyo para los artistas, que los medios no pescan a los cantantes, que no hay industria musical o que nuestro país no es un terreno fértil para los músicos y, por ello, se van a Miami o a Madrid, donde tienen desde discográficas fuertes hasta medios que no la aportillen porque sí o porque no.
A diferencia de nosotros, los argentinos si saben valorar a sus artistas como lo hicieron con Nicki Nicole. ¿Qué cuesta hacer lo mismo con Cami? ¿Es el resultado de años sin música en vivo en la televisión o de una campaña en contra por parte de la misma pequeña pantalla, que encontró en la fiesta clandestina aquella un pretexto ideal?
¿O usted ha visto que en España los programas locales hacen bolsa a Aitana? A la triunfita catalana la llevan siempre, nunca han hablado mal de ella, ni le han buscado cualquier error. Es algo que solo se ve acá y, como la tele influye, Cami sigue pagando culpas de una manera tan injusta.
Y mientras tanto, la que llegó en limusina al Lolla y con dudas acerca de si efectivamente se vacunó o no se las lleva peladas. Pero bueno, son las redes sociales en Chile. Vocé nao comprendería.