Que en las mañanas la televisión chilena se ha convertido, luego del fin de la vorágine electoral del pasado año, en un constante relleno de crónica roja, lo han dicho desde televidentes comunes y corrientes hasta entendidos en la materia. Y es que la pregunta que se hace el respetable público es una sola: ¿Se chacreó el formato de “matinal informativo”?
Durante todos estos últimos cinco días de programación semanal varios temas se han instalado en la agenda de dichos espacios: Desde el lamentable error de la Ministra Izkia Siches, pasando por historias de narcotraficantes y delincuentes, la venta de celulares robados en el Persa Bio-Bio, hasta el juicio a un chileno por el crímen de una ciudadana asiática en Francia que incluso causó que innecesariamente varios canales llevaran enviados especiales a Paris, como fue el caso de Roberto Cox en Chilevisión.
Y si vamos al engranaje de quienes día a día pontifican sobre los aciertos y errores de un gobierno que lleva recién un mes de pega, son precisamente quienes han hecho su trabajo de forma deficiente y hasta deplorable. La contratación de Karla Rubilar por parte de “Mucho Gusto” aún con la causa pendiente del uso de dinero público para financiar la campaña de su pareja Christian Pino, y la aparición de Katherine Martorell como inquisidora de Siches en “Tu Día” siendo que se le sindica a ella como máxima responsable de la ola de violencia, delincuencia y narcotráfico que hay en el país, junto con los contenidos anteriormente descritos, se han hecho con un solo propósito: Mantener al televidente permanentemente enojado e indignado.
Esa conducta a la que contribuye la prensa escrita con titulares con malicia tiene un nombre anglicista: El Doomscrolling.
En marzo de este año, la Deutsche Welle hizo un reportaje en su sitio web donde describen esta patología mental: La adicción a las noticias negativas. “Los seres humanos tenemos una tendencia natural a la negatividad. Por ejemplo, la crítica tiene mayor efecto en nuestro comportamiento y a nivel cognitivo que la alabanza. Lo mismo se aplica a las malas noticias”, dijo el medio alemán.
“Nuestro cerebro sigue tratando de luchar contra la incertidumbre buscando información. Queremos estar preparados para las amenazas que nos acechan. Cuantas más malas noticias leemos, mejor preparados nos sentimos. Pero es una falacia. El método puede haber funcionado contra los mamuts, pero no sirve en tiempos de aplicaciones y redes sociales”, sentencian desde Berlín.
Es por este motivo que, dentro de la legítima necesidad de estar debidamente y plenamente informados, haya una trampa detrás que busque que estemos inquietos, deprimidos y con una baja moral: Que por cumplir con un rol, se pase a llevar nuestra mente. Está realmente bien saber que Siches erró medio a medio y que hay que tener ojo cuando estamos en el corazón de Barrio Franklin, eso es tarea de los involucrados y los llamados a tomar las medidas correspondientes del caso, pero llenar alrededor de una hora la pauta de un espacio matutino con el fin de generar búsqueda de culpables, desairadas reacciones en redes sociales e iracundos “twittazos” contra todo y contra todos, puede ser fatal. Y eso es muy peligroso tanto para la industria televisiva como para nosotros como simples analistas del acontecer tevito y los televidentes que, entre ellos, seguramente leen este portal. Y por qué no, del país en general.
Lo peor es que ese contenido negativo relega a un último plano todo lo positivo que puede haber en el país desde distintos aspectos: ¿Cuánta gente sabe, por ejemplo, que la industria audiovisual en Chile pasa por un muy buen momento luego de las consecutivas nominaciones al Oscar? ¿Usted sabe debidamente de las primeras medidas de Boric y el equipo económico para empezar a salir de la crisis en la que estamos, y en donde el dólar bajo los 800 pesos ya es una señal como lo es también la baja intensidad de la romería de los viernes en Plaza Baquedano? ¿Le ha tomado el peso que cantantes nacionales estén siendo parte de cotizados shows musicales o de la camada de “pop femenino latino” que se ha tomado las radioemisoras del país?
No decimos que los contenidos ligados a la delincuencia deben acabarse desde ya, puesto que lamentablemente es una realidad que nos toca y que, reitero, está en la buena labor y fe de quienes nos dirigen el ponerle el cascabel al gato, pero así como lo negativo llena portadas de diarios (y muchas veces obrando con dolo, como se vió en los medios de El Mercurio de Valparaíso insistiendo con la frase sacada de contexto de la Alcaldesa Ripamonti sin siquiera pedir las excusas del caso), hay que apostar a que lo positivo también lo haga. Que lleven más cantantes a la televisión es imperativo, y que se dediquen los mismos reportajes a Dua Lipa con miras a su show en septiembre como se la han dado a los vendedores de “perros asados” en Estación Central elevaría aún más el contenido y el nivel de sanidad de la programación televisiva.
Y si la montaña no viene a Mahoma, que Mahoma vaya a la montaña. Hoy el cable está verdaderamente al alcance de todos, si usted tiene Zapping cuenta con una ámplia variedad de canales musicales para todos los gustos. Si cuenta con algún servicio de streaming vea contenido menos denso y más “family friendly”. Hay público para todo: Desde el documental de Olivia Rodrigo en Disney+ hasta el revival de Animaniacs en HBO Max y de iCarly en Paramount+. Dosifique la información que recibe, en lo posible vea noticieros y matinales en cantidades de minutos responsables. Evite ver programas políticos cuando haya una persona que no le agrade o se hable de un tema extremadamente denso y más aún con “todólogos” o “pontificadores”. Incluso desde la televisión abierta hay programas livianos pero a la vez que son un aporte como “Minuto para ganar”, “Talento Rojo” y “Aquí se baila”. Incluso desde la TDT hay espacios para aquello, como en UChile TV (“In Crescendo”), WappTV (“El cuestionario”, “Siempre hoy” y “Cazadora de emprendedores”) y STGO.TV (hay documentales sobre música y ciencia que son imprescindibles).
Curiosamente, mientras en los matinales norteamericanos Selena Gomez y su madre hablan de su lucha sobre la salud mental, en los nacionales se hacen todos los esfuerzos para atentar contra ella. Felizmente la solución está a un click de distancia. “Todo lo malo pa’ afuera” cantaba Denise Rosenthal, y después de dos años donde se demostró la fragilidad del ser humano, necesitamos espacios de sano esparcimiento, guardando las medidas necesarias por supuesto.