La decadencia de la farándula, que busca recobrar el poder que tenían sobre la televisión durante más de diez años, no tiene límites. Uno de ellos ocurrió esta semana en el programa “Zona de estrellas” (Zona Latina), en el que Raquel Argandoña, ahora panelista de dicho espacio, acusó a la actriz Loreto Aravena de “sabotear” el polémico docurreality que hizo para TVN en 2012.
Para ponerlo en contexto: El docurreality “Las Argandoña” que hizo para el canal estatal en su primera etapa piñerista, fue duramente criticada tanto por el contenido como por la millonada que recibió la conductora y su familia, y fracasó rotundamente en sintonía.
Sin embargo, para la denominada “matriarca”, “presentamos el primer capítulo, que pensamos que íbamos a matar, pero acuérdate que llamaron a funar nuestro reality” y apuntó sin razón a “la actriz Loreto Aravena y nos perjudicó”.
Como si todo esto fuera poco, reveló el tweet que había puesto en su minuto, llamando a no ver la producción y preferir producciones de calidad como “Los 80”, que tuvo mayor reputación, y se enfocaba en el dinero que recibió, que fue de $125 millones de pesos según La Segunda, pero que la panelista Cecilia Gutierrez dijo que “no eran reales”. “Nos pagaron bien, pero ojalá hubieran sido las cifras”, se defendió Raquel.
La agresividad de Raquel Argandoña para ensañarse contra Aravena demuestra que la farándula no renunciará a usar los mismos códigos de hace diez años: Insultar a pito de nada a quienes consideran sus “enemigos públicos”. Una receta que, para el Chile de hoy, quedó obsoleta.