Comenzó a discutirse en el Senado la llamada Ley de Autismo, la cual ha sido una de las mayores preocupaciones tanto de padres de familia, como de educadores involucrados en personas con TEA. La iniciativa ya pasó el primer trámite en la Cámara de Diputados con Karol Cariola (PC) como principal defensora de ella, y ahora será la Cámara Alta quien resuelva. Ya se han dado pasos importantes como las tres sesiones simultáneas para sacar adelante la Ley lo más rápido posible.
No solamente el poder legislativo se ha puesto la “camiseta azul”, sino que también el ejecutivo: Gabriel Boric recibió con los brazos abiertos en La Moneda a quienes se manifestaron en favor de esta Ley y ofreció un discurso en pro de la salud mental, con megáfono en mano, al frente de la Casa de Gobierno.
¿Cuál es la posición de las “bancadas de famosos”?
Lo que sabemos es que muy pocas personalidades públicas han tomado partido en favor de esta Ley, sin embargo, dentro de ese poco se hace mucho, ya que se trata de famosos serios. Pancho Saavedra y Mónica Rincón son los más reconocidos portavoces, desde sus respectivas redes sociales, de una Ley que proteja a las personas con dichas patologías mentales, siendo la más visible el Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Así también, Ángeles Araya y Priscilla Vargas desde “Aquí somos todos” han difundido casos y campañas de ayuda a estas personas, y asímismo, han concientizado sobre la no-discriminación y el rechazo a las actitudes prejuiciosas de muchos chilenos, las cuales lastimosamente aún siguen presentes. Lo mismo UChile TV que a través de su programa “Con ojo clínico” ha explicado en simple que es el TEA.
Lamentablemente los llamados “influencers”, esos que aparecen solo para promocionar una marca o hacer bailes de TikTok, hasta el cierre de este reportaje no han escatimado palabra alguna respecto a esta iniciativa. Ni siquiera los que desde distintas cuentas han estado endiosando hasta el hartazgo, como el caso de Luli Moreno, Kenita Larraín o Helhue Sukni.
¿Cuál es la reciprocua (mala) relación de los TEA con la farándula?
Es sabido en las redes sociales de que la mayoría de los detractores de la farándula chilena son precisamente personas con TEA quienes, a su vez, han demostrado gran interés en la televisión antigua. Incluso este sitio es orgullosamente manejado por una persona que tiene esta condición. Pero… ¿Qué implica que ellos estén en contra de este género?
De alguna manera, las indiscriminadas doce horas de farándula repartidas entre varios canales hace una década han causado un malestar entre ellos, quienes añoran los años de la televisión familiar, los estelares de Gonzalo Bertrán o los programas de Don Francisco, Eduardo Domínguez, Raúl Matas y Felipe Pavéz. Su rechazo radica en que lo consideran “vulgar”, “ordinario” y “chabacano”, y es que tienen razón. Era bastante ofensivo ver cómo “Primer Plano” exhibía videos prohibidos o en “Mundos Opuestos” habían peleas familiares entre mujeres.
Es ahí donde volvemos a los “influencers”, principalmente a quienes suelen levantar desde cuentas administradas por una o más personas y que endiosan a quienes estuvieron en ese mundo. La mayoría de las críticas a dicha gente esgrimen que no están interesados en apoyar causas de bien común, a menos que reciban cierta remuneración, lo que tiene sentido ya que hace un par de años, la chica reality de Mega Lisandra Silva reconoció que fue a una Marcha del Orgullo LGBTQ+ solo porque le habían pagado.
Además: ¿Usted ha visto a “Luli”, “Kenita”, Adriana Barrientos y la misma “abogada de los narcos”, entre otros, pronunciarse a favor de la Ley de Autismo y siendo incansables defensores de esta u otras causas? La respuesta es NO. Y es que la farándula ha generado una sociedad individualista y canalla, a la que solo le importa triunfar a uno y el que no tenga la misma suerte, que mire con “envidia”.
Sumemos también que la misma farándula ha empleado insultos como “mongólico” y “enfermito” a sus enemigos, junto con burlarse de las personas que se sinceran respecto a sus estados de ánimo, como fue el caso de Vasco Moulián y Daniela Aránguiz.
En definitiva, los TEA tienen una relación complicada con la TV actual y a las personas que levantaron desde ese espacio, y a su vez es recíprocua. No cabe duda que sin un trato adecuado y empático de las programaciones a estas personas no habrá una salud mental adecuada, sumado a un mejoramiento de la calidad de vida que será garantizada en la Nueva Constitución. Pero acá es lo mismo que la Teletón: Uno critica o mira con indiferencia el “show” o el “negocio” hasta que lo toca de cerca, ahí la mentalidad cambia. Quizás cuando se relacionen con personas con Espectro Autista empiecen a abrir su mente y sean más empáticos, que es lo que hace mucha falta en nuestra sociedad.