En los cuatro años que va a cumplir este ciclo, siempre se han criticado las sumas onerosas de dinero que la televisión ofrecía a los llamados “faranduleros” para pelearse en televisión e ir a discotecas. Lo que acá llamamos “Sueldos de Madonna”, ya que la plata que se ganaba era lo mismo que cobraban estrellas del pop por actuar en televisión, en los programas más importantes de Estados Unidos y Europa.
Sin embargo, una cantidad de lana importante cayó en este tipo de gente que, sencillamente, hizo daño a través de las pantallas, proyectando una imagen conservadora de las mujeres. Muchos de ellos y ellas lamentablemente siguieron el juego y, obsesionados por tener más y más poder dentro de un género que ya era poderoso, consiguieron vitrina en espacios del rubro a punta de denigrar, maltratar y hostigar a las gentes.
En “Zona de estrellas” (Zona Latina) se habló de cómo funcionaba esta verdadera asociación entre las discotecas de la época y programas faranduleros que, al fin y al cabo, arruinó la televisión local y la llevó a la crisis programática, monetaria e incluso valórica.
Por ejemplo, Hugo Valencia señaló que “Había famosos que llegaban a ganar incluso más de 20 millones en una sola noche (…) Cobraban hasta diez millones por un evento. Y cuando tenían tiempo hacían dos o tres eventos por noche. Era mucha plata”.
Luego, Manu González confesó que “De ahí los programas de televisión hablaban del escándalo. Acto seguido se iba a los sets de televisión y se cobraba nuevamente. Y de ahí se montaban nuevas historias para seguir”.
Cecilia Gutiérrez continuó diciendo lo que en este portal ya sabíamos, que la televisión chilena era funcional a la farándula, le dio poder a base de presupuestos millonarios que tuvieron, como consecuencia, empobrecer la calidad de nuestra industria. “El viernes en la noche iban a Primer Plano, cobraban sus buenas lucas, y después se iban a hacer eventos en la misma noche. Y el sábado de nuevo. Era súper rentable”, afirmó.
“Si esto no era al azar que los famosos participaran en estos escándalos. El hacer este escándalo le significaba un Primer Plano y eventos. Ese escándalo se traducía en lucas”, indicó Gutiérrez.
Ahora que ya sabemos cómo funcionaba esta verdadera red que llevó a la industria televisiva casi a la quiebra, preguntamos: ¿Cuántos artistas habrían venido a nuestro país si esos 20 millones de pesos que se destinaron, por ejemplo, para pagarle a gente como Luli o Adriana Barrientos para que se pelearan en directo, se hubiesen invertido mejor? ¿Cuántas series se habrían financiado con esa cantidad importante de dinero? ¿Cuánto proyecto se habría llevado a cabo si tan solo las lucas se habrían destinado a lo que de verdad pudo servir para tener una televisión de altura, con clase y con contenido valioso?