Diciembre de 2021: Se anunciaba en las redes sociales que Dua Lipa arribaría por primera vez a nuestro país en el Estadio Bicentenario de La Florida, en el marco de la parada norteamericana de su gira Future Nostalgia World Tour. Inmediatamente tuvo resonancia tanto en los medios digitales como en la prensa tradicional. En la televisión abierta, casi todos los noticieros hablaron de dicho asunto, no obstante Canal 13 fue la única televisora de alcance nacional que no destinó ni un minuto de su pauta de su noticiero, ni mucho menos de su matinal, en referirse a la muy solicitada llegada de la intérprete de “Levitating”.
Las entradas para la reunión con la británica de origen kosovar se han vendido como pan caliente, tanto en preventa exclusiva para los clientes de una compañía celular como de un banco de capitales canadienses, así como en la venta general. Todos se agotaron en un santiamén. Las mismas plataformas de información, incluso las enfocadas en televisión y entretenimiento han constatado el fenómeno, no obstante, pocos lo hacen en la pequeña pantalla.
El pasado viernes, Francisca Valenzuela lanzó un nuevo álbum titulado “Vida tan bonita” con una sugerente sesión fotográfica, sin embargo apenas tuvo espacio en los bloques de espectáculos de los noticieros de la tarde, compartiendo con el juicio de Johnny Depp y Amber Heard.
Si bien las “divas de papel” del farandulismo quedaron relegadas a Instagram y a plataformas más explícitas como Unlok u Onlyfans, la televisión abierta aún no sacude sus demonios, abusando de contenidos vinculados a la crónica roja y a dar voz tanto a los comerciantes armados hasta los dientes del Barrio Meiggs (que tuvieron incluso abultada vitrina en la edición dominical de La Tercera), como a los camioneros que interrumpieron el libre tránsito vehicular en la Ruta 5 Sur incluyendo a bomberos y ambulancias, y quienes incluso han estado pidiendo dinero cual peaje informal si querían traspasar el muro con ruedas impuesto de manera sediciosa.
¿Por qué tanto negativismo ha acaparado pantalla y no se le ha dado más espacio a los cantantes y grupos como antiguamente se hacía en esta misma industria? En las últimas dos semanas, con suerte han habido actuaciones del grupo argentino Miranda! como de Luis Jara, respectivamente en “Buenos días a todos” y en “Buen finde”, ambos en TVN. Y si bien hay muchos programas de talentos, todo termina a juicio de un importante público un “saludo a la bandera” ya que una vez que ganan, terminan sencillamente olvidados por la misma televisión que los ha dado a conocer.
La televisión abierta tiene mucha responsabilidad con la marginación de la música popular de altura, que es un problema que viene arrastrándose desde hace ya casi 12 años, con la farándula devorándose horas de programación y presupuestos millonarios. Sin embargo, sería de necios enfocarle la responsabilidad entera a los directores ejecutivos o productores y sus curiosas pero poco sustentables decisiones programáticas y financieras. Una fuente conocedora de la industria dice que los mismos sellos musicales también ponen trabas para que los canales puedan entrevistar a las figuras “clase A” como también invitarlos a los programas de conversación que estuvieron o que actualmente están al aire.
Quizás eso explique por qué todavía no han habido entrevistas a Dua Lipa como se hacía antaño tanto con Cyndi Lauper, como con Paul McCartney. “Antes en los noventa era más accesible porque eran más selectivos. ¿Ahora qué pasa? Con la explosión de medios digitales, ahora todos quieren entrevistar a los artistas, entonces ya desistieron de hacer entrevistas”, dijo la misma fuente.
Entonces, el empobrecimiento de la presencia musical en la TV sería una responsabilidad compartida de ambas industrias: La televisiva, en el sentido de que las televisoras, obedeciendo a intereses comerciales (al menos hasta donde se sabe públicamente), han privilegiado contenidos que den rating, por sobre la búsqueda de audiencias transversales. Y por el otro, la musical, al rehusarse a fomentar la presencia de quienes son parte de su catálogo para que se den a conocer o puedan tener la presencia que se merecen en la pequeña pantalla.
¿Y cómo se soluciona esto? Afortunadamente la TV digital ha cimentado plataformas que apelen a un público más juvenil como NTV, TV Más 2, WappTV, las nuevas cadenas universitarias y las estaciones regionales, además de iniciativas generalistas mucho mejor planteadas con sus virtudes y defectos como TVR. ¿Es suficiente? Para nada, menos si la TV abierta sigue pensando como si todavía estuviésemos en estado de emergencia. Por fortuna, el gremio hoy es dirigido por un joven como Pablo Vidal, con una mente mucho más abierta y mancomunada que Ernesto Corona e incluso Bernardo Donoso, ambos que vienen de la “vieja guardia” de la dirección televisiva.
Tal vez sirva como puente para la modernización y reactivación de la tele en Chile, en todas sus formas (más aún cuando se necesita impulsar el streaming, quizás aliándose con Google para traer su plataforma de televisión a Chile de la misma fórmula robusta que funciona en USA y en algunos lugares de Europa, como también en México y Brasil) y para demostrar que sí hay un interés genuino por parte de la ANATEL para elevar el nivel cultural del país y fomentar la educación cívica en Chile (quizás en eso juegue a favor su paso por la política).
Y como a la actual dirigencia política le gusta dialogar para solucionar los problemas, quizás haya un apoyo tácito entre todos, y acá tienen que trabajar todos: La misma ANATEL, los ejecutivos de las televisoras, la SCD, los representantes de las disqueras independientes y multinacionales, el Ministerio de las Culturas y el CNTV.
De todas partes depende tocar en la misma orquesta y no desafinar, para que la salud mental reciba melodías armoniosas y voces privilegiadas que nos ayuden a estar más felices.