Que la prensa rosa tiene una rencilla con Cami no es un secreto a nadie. Ya es una triste costumbre de parte de los espacios que quedaron en la TV nacional como en directos de Instagram el ensañarse contra la cantante y aprovecharse de sus errores para instaurar un discurso de odio contra la intérprete nacional, preservando de esta manera el ninguneo ingrato que desde redes sociales se le hace a nuestra música.
Periodistas como Cecilia Gutierrez y Luis Sandoval han insistido con atacarla en base a ataques y supuestos que nunca han comprobado ni han sabido demostrar. Es este último quien, a través de “Me Late” en TV+, quien prosiguió con esta verdadera cadena nacional del odio.
“Les quería contar la anécdota que yo tuve con Camila Gallardo. Después se va a enojar, pero me da lo mismo” anticipó, burlándose de su carácter cuando su honra se ve mancillada por este tipo de espacios. Luego recordó que “Yo estaba en el Buenos Días a Todos trabajando, estábamos en Olmué y, con todo respeto a la Cami, yo ni siquiera la ubicaba, porque nunca vi The Voice cuando participó”. Lo cierto es que la artista hizo un show inolvidable en el Patagual en 2018 y ya contaba con hits como “Abrázame” y “Más de la mitad”, por lo que su desconocimiento solo podría explicarse por el quedarse solo en su zona de confort, que es el farandulismo.
Luego hizo una acusación carente de fundamento alguno. “No sabía muy bien quién era Cami y de repente llega alguien al estudio, donde estaban todos los animadores, los panelistas, y dicen ‘stop, por favor, va a llegar a este estudio Cami’. Era una persona del staff de ella, con una polera que decía Cami. Entonces dice ‘va a llegar a este estudio Cami, se les prohíbe tajantemente tocarle el pelo a Cami o pedirle una fotografía”, afirmó. Por supuesto que no presentó prueba alguna de lo que dijo para que tuviera algún ápice de credibilidad.
En otro tramo del diálogo, había dicho que “Sabía quién era mediáticamente, pero no conocía ninguna canción de ella”, lo que demuestra el desconocimiento que había por parte de la farándula hacia la música nacional.
Chile cambió, pero al parecer la prensa farandulera sigue siendo la misma rancia y conservadora de hace quince años, y es que a través de estas afirmaciones carentes de prueba alguna, son culpables activos de que la industria musical chilena, precarizada en plena pandemia, todavía no pueda surgir a través de los medios masivos. Y peor aún, solo acrecienta aun más la grieta entre la música nacional y la prensa farandulera, enemigos declarados de antemano y que hace que la presencia de solistas y grupos nacionales y extranjeros no sea la misma que hace veinte o treinta años.