Es difícil ser artista en este país. Los mismos “Gente de Zona”, artistas pop de relevancia y que se ganaron el cariño y el corazón de los chilenos, han constatado in-situ lo que, por mi parte, en este sitio y en todas las plataformas donde estamos presentes, hemos denunciado hasta que nos da calambres en las manos de tanto teclear con rabia.
Y es que mientras quienes romantizan el narcotráfico como Helhue Sukni y banalizan la drogadicción como Naya Fácil reciben millones, portadas de diarios y artículos generosos en sitios de internet (independientemente si son de televisión o de “tendencias” o no), hemos conocido de dos casos de gente que tiene que hacer campañas de financiamiento colectivo para llevar a cabo sus interesantes propuestas musicales.
Hablamos de la baladista Cari Monteci, quien está haciendo una campaña de crowfunding para lanzar su nuevo EP, del cual estuvimos promocionando en Modoradio. Del mismo modo difundimos la misma cruzada del duo chileno “GAS”, que cuenta con la colaboración de dos emblemas del rock chileno como Angelo Pierattini y Claudio Rojas.
Paralelamente, espacios para la música “de aquí y del mundo” como el Festival del Huaso de Olmué y la Fiesta de la Independencia de Talca se cierran ante el desinterés de una industria televisiva que insiste en darle voz a los que promueven la violencia y la “ley del viejo oeste”, como vimos vergonzosamente el viernes pasado en “Mucho Gusto”, en donde se dio una amplitud innecesaria a un grupo minúsculo de personas que protestaba afuera de La Moneda por el que creen que es “su derecho” de tener armas libremente, cuando recién Estados Unidos viene saliendo de una seguidilla de tiroteos en colegios y cuya historia en ese sentido está plagada de sangre y el lobby del Partido Republicano, aliado de la Asociación Nacional del Rifle.
Y es que mientras en otras latitudes las portadas se las llevan los que se la merecen, como es el caso de Chanel Terrero quien será titular en El País Semanal como en la Revista Esquiré del país ibérico, en Chile todavía no se quiere aprender la lección. Llama la atención que mientras el “Chanelazo” es impulsado tanto por la misma RTVE que la dio a conocer y medios tevitos españoles como FormulaTV, acá en Chile esa misma vitrina en portales se la llevan los llamados “ídolos de barro”, u otros panelistas de streaming y programas de cuestionable producción como “Zona de estrellas”.
El excelente youtuber futbolístico trasandino “Pecheadas Legendarias” dijo que con el poder del micrófono se pueden instalar o desinstalar personas y personajes, y no solo pasa en el balompié (que casos acá hay muchos, y no hay que viajar precisamente en el tiempo) sino que también en el espectáculo chileno, que al mismo tiempo de estar devaluado, carece de personas que le hagan contrapeso a los “famosos de papel” que a punta de nexos cuestionables, dichos fuera de sí y polémicas baratas, llegan a galas organizadas por medios o municipalidades afines, ignorando que el verdadero valor está dentro de nosotros.
Al menos en nosotros está la voluntad de mantener una mirada crítica respecto de esta gente, y del mismo modo, impulsar dentro de nuestras posibilidades a las personas que para editores y productores de televisión “sobran”, que son los grandes postergados de la farándula chilena, los que tienen que hacer crowfunding para llevar a cabo proyectos por los que luchan con un equipo humano profesional y serio, y sin el apoyo de personas que usan su amplitud y porcentaje en medios masivos para, únicamente, dañar a otras personas. Y lo hacemos para salvaguardar lo más preciado que tenemos nosotros como chilenos: La salud mental. “Mente sana en cuerpo sano”, como dice una vieja frase del refranero popular que fue reflejada por otra de las ganadoras de Eurovisión, como lo es la serbia Konstrakta.