El periodismo de farándula y sus voces resonantes en redes sociales y medios como TV+ o Zona Latina nuevamente hacen lo que les sale perfecto: Hacer bullying del descarado.
Durante el pasado fin de semana se supo de una orden de detención contra la periodista Cecilia Gutierrez y su par Sergio Rojas luego de que el periodista Iván Núñez demandara a ambos en una querella interpuesta en 2021. Esto se remite a que en aquel año, se comentó en base a supuestos acerca de su separación y su nueva relación amorosa.
Luego de que dicha orden quedara sin efecto el lunes, los involucrados amedrentaron duramente al ancla de “24 Horas Central”. Si bien Rojas dijo que acatará lo que diga la justicia, también señaló en tono irónico que “Si lo que necesita Iván Núñez es dinero para poder saldar sus asuntos familiares, no tendría problema incluso en hacer un donativo. Aunque entiendo que el fin último no es el dinero”.
Además argumentó que “Todo lo que ha hecho desde el minuto número uno va en contra y arremete a todo lo que él representa: al periodismo”.
“Si él no puede contener a quienes tiene cerca y trata de acallar la función de la prensa que ha sido informar, creo que debería dedicarse a otro tipo de profesión y no al periodismo, porque atenta contra el valor principal de nuestra profesión”, agregó según cuenta El Filtrador.
Igual de agresiva fue Gutiérrez, quien también arremetió contra el rostro de TVN. “Parece que no es tan buen periodista (Núñez) y su representante tampoco es tan buen abogado, porque interpusieron la demanda en septiembre del año pasado e ingresaron mal mi nombre y mi RUT. Ellos estuvieron 8 meses buscando a otra Cecilia Gutiérrez” contó en su live.
“Yo no le tengo miedo a él ni a sus demandas. Me parece que es una forma de coartar la libertad de expresión, (es algo grave) siendo el rostro ancla del canal público, que quiera cuartar la libertad de expresión. Que pidiera que todos los portales bajaran las noticias que se referían a él. Eso, en un canal público”, sentenció.
El periodismo de farándula se siente en la libertad de festinar, atacar y hablar en base a supuestos contra diversos rostros televisivos. Cuando uno de los aludidos recurre a la justicia para pedir que la corten, atacan como jaurías y se sienten defensores de la “libertad de expresión”, la reserva moral del periodismo, como que se intenta callar la voz disonante e incluso se dan el lujo de decir que su labor es “informar”.
Sin embargo, en los últimos han callado cuando diversos periodistas han sido amedrentados e incluso asesinados, como fue el caso de Francisca Sandoval de la Señal 3 de La Victoria, así como no dijeron nada respecto a las presiones que realizó el gobierno de Sebastian Piñera para dar pautas de información durante el Estallido Social, junto con las amenazas que han recibido sectores de la prensa por investigaciones relacionadas con el desfalco en el Ejército y en Carabineros de Chile. Ellos solo apoyan la libertad de expresión cuando tocan sus intereses.