La construcción de un pueblo que retrata a cabalidad rincones del Valparaíso de 1937; la utilización de espacios escenográficos virtuales de última tecnología; el enfrentamiento de un peligroso delincuente y un obsesivo policía, dos hermanos separados tras la muerte de sus padres y que ahora, sin saberlo, se verán enfrentados por el amor de una mujer que pondrá en jaque el reencuentro por el que esperaron 25 años.
Esa es la historia que se tomará la pantalla de Mega próximamente en el horario prime con Hijos del Desierto. ¿Podrá el amor más que la sangre?. Una apuesta dramática escrita por Rodrigo Cuevas, Patricio González en la dirección general y Patricio López en la producción ejecutiva, quienes han desarrollado junto a María Eugenia Rencoret este nuevo proyecto de ficción definido como un drama policial romántico, que fusiona géneros como el gangsteril manteniendo siempre el amor como eje central de una historia clásica.
En palabras de María Eugenia Rencoret, directora ejecutiva del Área Dramática de Mega, la apuesta de Hijos del Desierto “es una gran historia de época que comenzó a escribir Rodrigo Cuevas hace unos años atrás, y que hoy podemos concretar ya que durante el tiempo de Pandemia fue difícil de abordar por su alto nivel de exigencia para su realización. Hijos del Desierto nos entrega una trama con un gran contenido dramático y una realización de estándar internacional”.
La trama de esta teleserie comienza hace 25 años: los hermanos Pedro (Gastón Salgado) y Gaspar (Jorge Arecheta), fueron separados a la fuerza cuando sus padres caen acribillados en una brutal matanza. Gaspar es adoptado por el oficial que comanda la represión, mientras Pedro huye de un hogar de menores y crece a su suerte en las calles del puerto de Valparaíso.
Dos décadas más tarde, y sin saber que son hermanos, vuelven a encontrarse cuando Gaspar, convertido en policía, es enviado al puerto de Valparaíso a combatir a una ascendente banda de contrabandistas y delincuentes que lidera Pedro. Los dos hermanos se transforman en implacables enemigos más aun cuando se enamoran de la misma mujer: Eloiìsa (María José Weigel), recién graduada de medicina, que vuelve a las calles porteñas a revolucionar a la sociedad local con sus ideas libertarias y progresistas. Todo lo anterior en un contexto de convulsiones políticas e intrigas internacionales que darán al puerto de Valparaíso un insospechado rol en el nuevo orden mundial.
Para Rodrigo Cuevas (“Los 80”), la creación de esta teleserie parte así: “Cuando uno trabaja en una producción de este tipo lo primero es contar una trama entretenida que movilice emociones. Por eso contar una historia de época siempre es interesante para hablar de las emociones y sentimientos en un tiempo con más prejuicio e intolerancia. Y también porque la década del 30’ fue un período convulso no solo en Chile, sino en un mundo con un totalitarismo y fascismo en alza que terminó por llevar a la guerra”. Todo lo que ocurrió hace espejo con lo que vivimos hoy; después de décadas en que creímos que nos habíamos librado de ciertas cosas, estos últimos años nos han mostrado cómo nuestra civilización sigue siendo tan frágil”.
Elenco, innovación, pueblo y contexto
Valparaíso ha sido siempre un polo de atracción para inmigrantes de todas las latitudes. Franceses, ingleses y alemanes junto a los porteños dieron vida a esas calles que trepan los cerros y a una bohemia cultural cosmopolita. Es en ese escenario en que se desarrolla la historia de Hijos del Desierto, la lucha de Pedro y Gaspar, uno representando el orden establecido y el otro moviendo fuerzas desde la marginalidad.
Transcurridos más de 80 años la humanidad sigue viviendo en un frágil equilibrio: la desconfianza en las instituciones y la difusa frontera con la corrupción siguen vigentes para una clase media tensionada. A eso se suma el eterno sacrificio de los padres para que sus hijos tengan un mejor futuro considerado el amor de pareja como fuerza movilizadora.
De todo eso se trata Hijos del Desierto quien, con un elenco potente con actores consagrados de la televisión, algunos debutantes y otros del mundo de las series y la cinematografía, incluye figuras como Paola Volpato, Francisco Melo, Gastón Salgado, María José Weigel, Jorge Arecheta, Marcelo Alonso, Carmen Zabala, Roberto Farías, Paloma Moreno, Michael Silva, Claudio Arredondo, Francisca Gavilán, Fernanda Finsterbusch, Ingrid Cruz, Nahuel Cantillana y Rodrigo Soto.
Todos ellos, en el trabajo de preproducción, además de tener que tomar clases de tiro y bailes coreográficos, tuvieron que someterse a un look diferente que implicó un desafío mayor para la diseñadora de vestuario de todas las teleseries de Mega: Antonietta Moles. Desde su mirada “el proceso creativo para una época como Valparaíso en los años 30’ se basa en una investigación acuciosa de la idiosincrasia porteña a través de la literatura, documentales y registros de la época. Así uno se imagina y va creando y desarrollando un look específico para cada uno. Como no es un retrato histórico y es ficción, me permito algunas licencias para hacerlo más atractivo”.
Para la realización de esta gran producción de Mega, se recreó un pueblo que tiene dos escenarios: un rincón de los cerros porteños y otro en el mismo puerto. La construcción de éste se hizo en un terreno de 3 mil metros cuadrados aproximados ubicado en Curacaví. El desafío que implica este ítem lo explica Patricio López, productor ejecutivo: “Ha sido un desafío mayor crear un lugar que la gente ya tiene en su imaginario y que es el Valparaíso de los años 30’. La condición de construir este pueblo escenográficamente, tiene que ver con que las condiciones técnicas para retratar esa época no están actualmente en el Valparaíso real”.
Uno de los puntos que ayudará en este proceso de retratar a cabalidad ese lugar 80 años atrás, será la utilización de pantallas virtuales. Una innovación que introduce el Área Dramática de Mega por primera vez en una producción y que generará escenarios virtuales que representarán lo que para este momento era imposible de hacer en el terreno real. “Desde hace años que en O’Globo, por ejemplo, trabajan virtualmente espacios escenográficos y esta vez estamos concretando un sueño que teníamos hace tiempo con Pato López (sic) y que la empresa MADIS, encabezada por Ricardo Olguín, ha logrado representar para este momento”, afirmó el director general Patricio González.