Atravesando el bosque y llegando desde las vacaciones de invierno llegaron los ubicados y desubicados de la semana, en una quincena donde supimos lo bueno y lo malo de la industria televisiva.
Los ubicados: TVN
En los últimos años se ha cuestionado duramente al canal estatal por diferentes razones, muchas de ellas que tienen su asidero y otras que vienen desde la odiosidad y los mismos mitos urbanos. Cada cambio de gobierno es una incertidumbre respecto a lo que pueda pasar con el canal estatal, desde 1990 al menos que está instalado lo que puede suceder, lo que fuere. Sin embargo, y a diferencia del segundo tiempo de Bachelet, acá se han planificado mejor las cosas.
Cierto, hay cuestionamientos de que se están demorando en mucho en hacer jugadas de ajedrez, pero hay que tomar el importantísimo detalle de que recién se nombró a Andrea Fresard como Presidenta del Directorio y se ratificó a Alfredo Ramírez. Además, no es mucho lo que se puede hacer este año con los formatos de Guijón, incluyase en eso a las turcas. Felizmente, las noticias que se conocieron en esta quincena vienen a decirnos que el 7.1 va por un buen camino y se está planificando mucho mejor que la inmediatez de la gestión de Carmen Gloria López.
Para empezar, la llegada de Eduardo Fuentes a Bellavista 0990 viene no solo a sacar al reconocido animador de la inestabilidad en la que está sumergida La Red, sino que a la vez puede darle un plus al canal público al hacer un “Mentiras Verdaderas” con esteroides. Y es que mientras Julio César y Sepúlveda desde sus propios canales apuestan por lo populachero sin ningún tipo de cordón sanitario, el también locutor radial tiene la posibilidad de hacer lo que se espera de un programa de conversación nocturno: Abordar la contingencia con responsabilidad y tener invitados de otro nivel en cuanto a la gente del espectáculo, como lo hizo durante 10 años Pedro Carcuro en su “De pé a pá” y lo sigue haciendo en su programa en TVN Play.
Y por otro lado, la recuperación de Olmué viene a señalar al público, y en especial a quienes miramos con preocupación la falta de espacio para la música en la TV local -aunque en ello se nos vaya gran parte de nuestra salud mental-, que hay un canal dispuesto a recoger el guante y tomar acciones concretas, y a dar una señal tranquilizadora tanto al alcalde Jil como también a nosotros, lo que la consideramos como un vital elemento que puede definir lo buena o mala que puede ser la calidad programática de la industria de un país.
¿Cuál será la próxima contratación o el siguiente “gambito de dama”? Eso lo dirá el tiempo, pero por ahora van tremendamente bien. ¿Oirán el clamor de Twitter de rescatar de Quilín a más rostros como Julia Vial y Eduardo de la Iglesia? ¿O al panel de “Pauta Libre” para hacer algo en el canal estatal? ¿Volverá el “Rojo” que todos conocemos y no ese mal intento de asemejarse a “Got Talent”? La fe mueve montañas.
El desubicado: Sergio Rojas
Las personas que estamos en medios y que tenemos la (a veces difícil) misión de analizar la contingencia tevita sabemos que además de criticar debemos ser responsables en lo que decimos. Lamentablemente, el panelista de TV+ en su programa de Instagram insiste en lo que tanto se le ha criticado desde este humilde portal: Sus constantes faltas de respeto contra las mujeres.
No es primera vez que lo hace, ya que se hizo conocido por denigrar a Perla Ilich, Mariana Marino, amenazar a Maite Orsini y un largo etcétera, pues sus intervenciones hace diez años eran causal de sanciones de un CNTV que era permisivo con la farándula dura de entonces. Sin embargo, lo que dijo sobre Ángeles Araya superó todos los límites de la falta de respeto y la irresponsabilidad: Dijo que la conductora de “Tu Día” se acostaba con un amigo del director ejecutivo de Canal 13 y por ello ganaba proyectos, junto con que incluso quería encamarse con el mismo dueño del canal.
Me extraña la inacción y la poca protección de Inés Matte Urrejola contra la animadora de su matinal. Uno podrá gustarle o no el actual espacio por razones más que justas, pero acá se pasó tantos pueblos que se llegó a Tacna. Si fuese Max Luksic y veo las lamentables palabras contra Araya, llamaría a mi equipo jurídico y evaluaría acciones legales contra Rojas, no solo por lo que dijo sino por especular (sin pruebas) de una relación amorosa con la alta cúpula de la estación, además de dañar descaradamente y con el beneplácito de su público la honra de la animadora.
Y no se confunda, señora y señore’, lo que hizo este señor se llama “misoginia”. No tiene otro nombre, así se le dice acá y en cualquier país con pleno respeto a las mujeres, y no puede quedar impune. Por lo mismo me preocupa que no hay sido un escándalo y se normalice por parte de medios afines como El Dínamo o Publimetro y se inventen palabras o eufemismos bonitos para una agresión verbal flagrante. ¿Tienen valor o les vale?