El Teatro Caupolicán es un recinto que tiene mucha historia: Fue el escenario donde grandes artistas se consagraron, es junto al antiguo Astor el lugar donde se hizo grande la Nueva Ola, donde Eduardo Frei Montalva hizo su “Caupolicanazo” en el año 1980 sin la cobertura de la prensa, se hicieron varios programas como “Venga Conmigo”, las Galas de “Rojo”, algunos bloques de la Teletón. Si las paredes del recinto de Calle San Diego hablaran, contarían muchas cosas.
Esta fue la semana en donde nuevamente la juventud se adueñó del lugar. Quizás como un barómetro de cuánta popularidad pueden mover de cara al Festival de Viña del Mar, dos importantes figuras del pop latino y chileno demostraron por qué están dando que hablar en el último tiempo dentro de la industria.
Lali Espósito: Con Disciplina para triunfar

La trasandina se presentó el pasado jueves (18/08) con un Teatro lleno y con la presencia de su amiga Soledad Pastorutti, también colega en “La Voz Argentina” que allá transmite Telefé. Apenas se apagaron las luces y comenzó a sonar la primera canción, la locura fue total. Su desplante escénico y vocal hicieron que su triunfo fuese completo y sin contrapeso.
Cabe señalar que uno de los ingredientes que hacen que la también actriz de “Sky Rojo” sea aclamada es la humildad. Muchos me han dicho que su música y su forma de ser transmiten buenas vibras, y así ha quedado claro en su show en el corazón de Santiago Centro.
Otro ingrediente que no faltó en el show de Espósito fue la forma con la que se refiere a sus fans, las “Lalitas” y “Lalitos” quienes corearon a todo pulmón todos sus éxitos, incluyendo uno de los más recientes que es “Disciplina”.
Y como no podía faltar, antes de finalizar su show el público gritó “¡A Viña, a Viña!”. Lali se lo tomó con humor, aunque como el show fue producido por Bizarro, no cabe duda que las negociaciones se llevarán a cabo en la inmediatez, tomando en cuenta que estamos en los meses en que los primeros nombres deben estar listos.
Princesa Alba: Se puso la corona

Estuvimos acreditados para asistir y cubrir las alternativas del show de Trinidad Riveros en el mismo recinto ayer sábado (20/08). Ya a eso de las cuatro de la tarde, una cantidad importante de gente hacía fila para entrar al Caupolicán. Así lo dan cuenta nuestros directos que hicimos en nuestro Facebook con la previa de tan magno hito.
Apenas se abrieron las puertas, mucha más gente entró y cuando accedimos la gente de prensa, vimos un Teatro abarrotado, a tablero vuelto como dicen en el mundo de las tablas. Antes del inicio, un discjockey animaba a los presentes con una mezcla de artistas de pop: Britney, Christina Aguilera, Madonna, Katy Perry, Selena Gomez, Miley Cyrus, Spice Girls, Backstreet Boys fueron coreados a todo pulmón en la hora previa, no obstante todo se vino abajo cuando sonó “Sálvame” de RBD.
A las 19:40 comenzó el show con “K-Pop Star”, ahí el estruendoso ruido del canto de los asistentes fue ensordecedor. Princesa Alba irrumpía en el escenario con un cuerpo de baile y una banda en vivo que le dió mucho más poder a sus canciones, con flexiones incluidas.
Eran más de 29 canciones las que iba a cantar la artista, pues se aseguraba una maratón que iba a dejar más que satisfechos a sus “babys”, como le gusta llamar a sus fans. Sin embargo su desplante como diva pop nacional fue tal que incluso se dio el lujo de hacer vueltas de carnero, enamorando a los presentes. Quizás otro barómetro importante de cara al “festival latino más grande del mundo”.
La ausencia de los canales de TV
No obstante, no nos deja de llamar la atención la ausencia de los canales de televisión en ambos eventos. Como personas que observamos el comportamiento de los medios respecto al triunfo de cada artista en un escenario importante como es el Caupolicán, nos preocupa que ambas actuaciones no hayan tenido la resonancia que debieron haber tenido a través de la pequeña pantalla.
¿A qué quiero ir al respecto? A que los medios digitales nuevamente hicimos la pega que ellos se rehusaron a hacer. Pero el asunto es otro: Desde los 60s que teníamos muchos medios que se enfocaban en televisión y daban espacio a la música. Estaba la Revista Ritmo, la Onda de Editorial Quimantú, Radiomanía TV, Telecran, la VEA de los 80s cubría muchos cantantes y principalmente los que acudían a los estelares de TVN y el 13, lo mismo la TV Grama en los 90s y dosmiles antes de que se fuera todo al joraca. Recuerdo haber visto en la Biblioteca Nacional que La Tercera y LUN cubrían con mucho esmero el fenómeno de Los Jaivas y su disco “Aconcagua”, que los llevara a Viña en 1983.
Lo cierto es que si los citados medios llevaban crónicas de músicos que triunfaban en eventos masivos, ¿por qué en 2022 no podemos hacerlo nosotros, y más aún cuando para la TV nacional las únicas bandas que cuentan son las delictuales? En el caso nuestro, nosotros creemos que el espectáculo nacional sí es capaz de acoger a personas en base a la meritocracia y al trabajo constante. Debe y puede. Tanto Lali como Princesa Alba son personas de las cuales se habla por su generosidad, trabajo, empuje y coraje. ¿No se ganaron el derecho propio de tener espacio en las pantallas de libre recepción y más cuando las cifras del CNTV hablan de que en ella abundan contenidos que generan angustia?
En Estados Unidos, cuando Olivia Rodrigo se aprontaba para iniciar su gira por Estados Unidos, fue entrevistada en un reportaje en su honor para el Sunday Morning de CBS. Cuando la argentina fue a Uruguay hubo crónicas en los noticieros locales al respecto. En España siempre los lanzamientos e inicios de giras son motivo de orgullo en los “Telediario” de RTVE, lo mismo en Italia donde el llenazo de Maneskin en el Arena di Verona fue inmortalizado en el TG1 de la Rai. Acá lamentablemente eso no ocurre.
Así como no hay que eludir el drama que es la delincuencia y el narcotráfico, tampoco hay que hacerlo con los que ganan con buenas armas y jugando limpio.