Hemos visto con preocupación en el último tiempo cómo los bots de lado y lado hostigan a diferentes figuras por su tendencia política o sencillamente porque ciertos programas o medios de comunicación orquestan de diferentes maneras campañas en su contra.
Lo que se denunció el fin de semana pasado con la seguidilla de notas de La Cuarta contra Natalia Valdebenito así lo han certificado, pues un medio masivo -en este caso el otrora “diario popular”- realiza artículos desde la vena y no desde la razón, lo que le da más de comer a los trolls que tienen un corazón lleno de odio.
¿Qué dice la Nueva Constitución a plebiscitarse en 8 días más? Vámonos al Artículo 89 de la Propuesta de Carta Magna:
1. Toda persona tiene derecho a participar de un espacio digital libre de violencia. El Estado desarrollará acciones de prevención, promoción, reparación y garantía de este derecho, “otorgando especial protección a mujeres, niñas, niños, adolescentes y diversidades y disidencias sexuales y de género.
2. Las obligaciones, las condiciones y los límites en esta materia serán determinados por ley.
En este caso, si se aprueba el texto, los medios de comunicación y ciertos programas de televisión deberán acomodarse a estas exigencias. ¿Por qué? Porque promueven el odio contra una cantidad importante de famosos.
No solamente Natalia Valdebenito tiene la mala suerte de tener que soportar diariamente la maldad en el alma de ese tipo de personas. Es bien sabido que la prensa de farándula se rige bajo “listas negras”, en este caso quien se atreva a hacer algo que no le agrade a los productores o mandamases del género, se le envían los jinetes del apocalipsis.
Eso ocurre, por ejemplo, con Karen Bejarano quien luego de que ocurriera la filtración de fotos íntimas de parte de este género, cayó en una complicada situación mental. ¿Qué hicieron desde el farandulismo? Se burlaron de su drama, criticaron su triunfo en “El discípulo del chef” e incluso Adriana Barrientos se dió el lujo de llamar a Daniela Aránguiz para que la tratara de “perra” en vivo y en directo en un programa del cable, lo cual es replicado en medios digitales bajo lindos eufemismos.
¿Quiere más? ¡Le damos más! Es sabido que desde febrero de 2019, la relación de Cami con la prensa farandulera no es de las mejores, pues cada vez que han podido la han rebajado hasta lo más mínimo, creando desde esos mismos medios una verdadera cadena nacional del odio. He visto cómo algunos sitios como Fotech o Sabes han hecho constantes notas contra su desempeño en el talent show de Chilevisión y, asimismo, han minimizado sus logros como cantante como su llenazo en el Movistar Arena en Chile y en Argentina, o su aparición en Times Square de Nueva York. ¿Por qué? Porque lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida, cantaba Silvio Rodríguez, y para muchos es más rentable promover lo malo por sobre lo bueno.
Cuando hay una campaña de odio que no tiene motivo ni razón por parte de los medios, la cual a su vez induce a ciertas personas, la que sufre no solo es la víctima sino la persona que la sigue, o aprecia su música o su obra sin ser fanático. En estos tres casos vemos como los medios digitales “profarándula” promueven el odio y la cizaña, azuzandola con titulares maliciosos y sin ningún criterio editorial que privilegie el valor humano.
De aprobarse la Nueva Constitución el próximo 4 de septiembre, estos medios tendrán que pensarla dos veces antes de ser generalísimos de la agresividad a través de las redes sociales.