Ayer (30/08) ocurrió una postal en el Congreso que dió vergüenza a todo un país: El diputado del Partido Republicano, Gonzalo de la Carrera, en la sesión del Congreso denigra a la Ministra Izkia Siches, luego agrede verbalmente a Marcela Riquelme y, como cereza del pastel, golpea al vicepresidente de la Cámara de Diputados, Alexis Sepúlveda.
Esta mañana el exdirector de la Enap apareció para dar su versión en “Tu Día” y su performance fue digna de una modelo farandulera: Roteó a la conductora Mirna Schindler y hasta se creyó Jesucristo.
El otrora voz de Radio Agricultura se defendió, en clara contradicción con el comunicado emitido anoche después de las escaramuzas, diciendo que Sepúlveda le pegó un cabezazo. Cuando la periodista le reprocha que no se ve, el parlamentario la denigra diciendo que “estamos viendo lo mismo (…) Usted tiene una agenda, es una periodista militante”.
Schindler reacciona indignada diciendo que “mi agenda es periodística (…) yo no voy a descalificarlo a usted porque no me gustan las descalificaciones”.
Pero como si todo esto fuese poco, el ultraderechista siguió defendiéndose con auténticas barbaridades, asegurando que “Me quedé solo y me siento orgulloso de haberme quedado solo. Jesucristo también se quedó solo”.
El país mira con absoluta vergüenza cómo la democracia se mancilla con estas actitudes, ampliamente difundidas por la televisión, de cómo dos parlamentarios van a los golpes. Algo que no es nuevo en Chile, pero en donde la actitud de Gonzalo ha dejado mucho que desear, y más si tiene antecedentes de violencia de género.