Hoy en la noche son los Emmys, los premios más importantes de la siempre exigente televisión de Estados Unidos, donde prima el negocio pero a la vez cuida no sobrepasar lo humano y lo ético. Una industria a la que en nuestro país muchos miramos con admiración, pero también con un poco de crítica porque mucho de lo que se adapta de allá se hace mal. ¿Qué dirían los gringos si se enteraran que en una Gala que busca celebrar el inicio de un Festival de la Canción llevan a gente que no tiene nada que ver con la industria musical ni con los canales organizadores? ¿Qué pensarán si les contamos que acogemos a personas vinculadas a la delincuencia o al narcotráfico como personas que pueden ser parte de la farándula?
Hay muchas cosas que podríamos contarles tomando un café en un Starbucks de Manhattan, y esto lo puede ver cualquiera de ustedes en YouTube. Si hay algo que se valora del periodismo de espectáculos de ese país es que han sabido reconocer que se han equivocado, así lo hicieron con Britney Spears en donde todos en masa le ofrecieron disculpas. Acá cuando una persona colapsa de tanta mentira o humillación en base a opinión o (pos)verdad, nadie quiere hacerse cargo, pues “la farándula es sin llorar”.
Y es que los programas de espectáculos no se enfocan en amoríos o en supuestos en la tierra yankee. Todo lo contrario: Esta semana nada más veia una entrevista en “Extra” hacia Katy Perry presentando su residencia en Las Vegas, e hicieron lo propio con Camila Cabello en el set de la versión local de “The Voice” a través de la NBC. ¿Y qué pasa acá? En nuestra edición se realizan campañas para hundir a una coach, en este caso Cami, en base a supuestos. Demás está decir que nunca se han dignado a promocionar a un artista porque ellos solo se enfocan en su mundo superficial y banal, lleno de fiestas y nexos oscuros con la delincuencia y el narcotráfico.
Programas como el anteriormente citado o “Access Hollywood” son espacios de prestigio y relevancia dentro de la televisión norteamericana. ¿Por qué? Porque se enfocan en lo importante, que es difundir las cosas en los que son maestros, que es el entretenimiento, la música y sus espacios culturales. Uno de ellos de hecho entrevistó a varios artistas en los pasados VMAs. Nada de peleas inventadas en una pauta entre cuatro paredes o de impulsar a cuestionables figuras que solamente buscan vender productos pero que no salen a buscar otras realidades. Ni mucho menos de inventar amoríos como lo buscan hacer entre José Luis Reppening y Priscilla Vargas (y no, eso para nosotros es “periodismo en base a shippeos”).
Si hay que ser críticos con algo o alguien se hace desde la mesura y sin perder el respeto. Y si en algún momento se sobrepasan los límites, se ofrecen las disculpas del caso aunque pasen más de 15 años como es el caso de la princesa del pop. ¿Acá tienen el valor o les vale?
En fin, tenemos mucho que aprender de los norteamericanos, y no tan solo en como entienden el entretenimiento sino que también en cómo hacen buen periodismo de espectáculos y televisión. Porque no vemos a Variety, TV Guide o Entertainment Weekly hablando en base a supuestos, con titulares sensacionalistas o que aleonen una rivalidad, como se vio acá cuando surgió el rumor de que Daniela Aránguiz podría volver a “El discípulo del chef” y un portal tiró un comentario cizañero contra Karen Bejarano. Ni Dios quiera que pase, pero si llega a ocurrir un mechoneo entre ambas, ¿se harán cargo o los clicks pesan más que el sentido de lo humano?
En fin, esta noche son los Emmys, la alfombra roja se emitirá por E! Entertainment mientras que la ceremonia se televisará por TNT. Ahí notará quienes llegan alto en la industria televisiva, lo que tienen ellos y carecemos nosotros.