Luego de que se supo que Mega renunciará a su concesión local en doce ciudades, hubo una serie de cuestionamientos entre los interesados en la industria televisiva, quienes no se explicaban cómo el canal que pelea el primer lugar de sintonía y que cuenta con utilidades de más de seis mil millones de pesos, deja definitivamente sin señal a varias comunas.
En ello, se han recabado algunas revelaciones de parte de los mismos habitantes, tanto de quienes han ido a viajar de paso a dichos sectores. A nuestro sitio han llegado datos, por ejemplo de que en San Antonio, una de las ciudades a las que la estación del Grupo Bethia renunció, tienen el transmisor apagado desde hace dos años, más específicamente desde octubre de 2020.
Mismo caso ocurre en Ovalle, donde desde agosto de ese año que no reciben su señal, incluso hace algunas semanas se publicó una carta en Las Últimas Noticias donde un habitante de la localidad pedía explicaciones por su desaparición.
El caso más grave ocurrió en Cauquenes, donde sus residentes se quedaron sencillamente sin Mega desde septiembre de 2019, junto con Constitución.
Lo anterior deja varias suspicacias: Si recién oficializaron su renuncia durante este año… ¿Estará todo en regla? ¿Por qué recién dan cuenta ante el Consejo recién en este año? Quizás de ahí viene ese llamado de atención que ocurrió en Twitter por parte del mismo CNTV.
Lo peor es que no hay una cruzada colectiva por parte de sus habitantes ni de sus espacios de gobernanza para recuperar la señal analógica y su estación en digital.