Fue tal cual el mismo André Rieu lo manifestó a su llegada al país. Y es que la gente simplemente se fue feliz de esta experiencia en vivo en el Movistar Arena, tras el concierto agendado por el violinista, director de orquesta y compositor neerlandés. Esta noche Rieu cerró el primer show en Santiago, el que fue considerado por los asistentes, una verdadera fiesta contagiosa junto a su Johann Strauss Orchestra, definida como una de las más grandes del mundo con sesenta personas en escena.
A las 21 horas se dio inicio al majestuoso concierto al son de la “Entrada de los gladiadores”, una marcha que dejó ver a André y sus músicos, caminando desde el público con dirección al escenario. Un aplauso de bienvenida y se dio inicio a un recital que mantuvo la intensidad durante tres horas llenas de melodías clásicas y populares que se fusionaron de manera perfecta con una puesta en escena que pocas veces se ve y un repertorio que integra variados clásicos de Puccini como “Nessum Dorma” y “Babino caro”; de Verdi como “Libiamo”; melodías del cine, la ópera, tonadas populares como “Hava Nagila Hava”, además de canciones alemanas de los años 20 y valses mundialmente conocidos, entre muchas otras piezas musicales.
Pasadas las 23:40 hrs, el artista sorprendió a los miles de asistentes con la entrada del Orfeón de Carabineros al compás de una marcha alemana y siguió con la canción tradicional chilena “Chiu-chiu” de Nicanor Molinare. Para finalizar la velada, el violinista cerró su espectáculo interpretando el clásico mexicano, “Cielito lindo” junto a la banda nacional
André Rieu tiene más de 40 años de trayectoria y es mundialmente conocido como “El rey del vals”, con 500 discos de platino, 270 de oro y es dueño de un espectáculo que mezcla melodías, emociones, romanticismo, sorpresas, humor y una impecable calidad técnica e interpretativa.