Las grúas televisivas han estado funcionando con mucho impulso en estos meses. Tras años de movimientos pequeños, los canales han apostado por importantes contrataciones, algunos considerados como históricos. Entre ellos se incluyen la incorporación a Mega de dos importantes rostros de TVN: Karen Doggenweiler y Gonzalo Ramírez, sin dudas el canal 9 de Santiago generó el golpe a la cátedra incorporando a sus filas a una figura comprometida hasta las médulas con la estación estatal como lo es Doggenweiler, y tampoco es menor la llegada de Ramírez a Mega, ya que al igual que Karen Sylvia su trayectoria profesional la desarrolló en el canal público.
Pero más allá de estas contrataciones trascendentes, nos abre una duda clara sobre un canal que no ha tenido capacidad de generar rostros propios.
Desde la inauguración de Megavisión han pasado ya largos 32 años y es indesmentible que durante su historia han alcanzado logros trascendentes a pesar de ser un canal “nuevo” para el desarrollo histórico de la televisión chilena. Pero gran parte de este trabajo se ha hecho debido a la incorporación de figuras provenientes de otras cadenas. Ya desde sus inicios se vislumbra esta tendencia, con honrosas excepciones, la mayoría de los conductores de programas de esta señal provenía de otras cadenas, incluso hubieron programas traídos de otros canales como fue el caso del Jappening con Ja. Todo esto se compara con la otra cadena que abrió sus puertas por esos años, La Red, que tuvo la capacidad de entregar figuras novedosas para una industria dedicada a mantener “vacas sagradas”.
Tampoco Megavisión (a partir de 2001 Mega) en los años de mayor gloria pudo aprovechar un impulso mayor a figuras nacidas en ese canal, uno de sus éxitos de esos años, Morandé con Compañía fue realizada con figuras de otros canales. La gran excepción fue José Miguel Viñuela que prácticamente surgió de la entonces estación del grupo de Ricardo Claro y se proyectaba sin lugar a dudas en una de las figuras más promisorias de la televisión chilena. Pero la mayoría de quienes figuraban en este canal eran precisamente gente proveniente de otras cadenas.
Aparte de Viñuela, otras de los rostros que nacieron bajo el impulso de Mega han sido María José Prieto, Fernando Godoy, Dayane Amigo, José Luis Repenning, y últimamente, Joaquin Mendez, pero queda la sensación que el canal ha hecho poco para impulsar dentro de los estudios de Vicuña Mackenna estrellas propias y que se identifiquen de una manera más profunda con la estación, efecto que sucede de mejor forma con quienes son parte de TVN o Canal 13, canales que ofrecen más allá de ofertas y parrillas interesantes una mística especial, por eso la renuncia de Doggenweiler generó tanta desazón en el público, porque su relación con TVN era sincera y a prueba de balas, similar a la de Mario Kreutzberger con el 13. Mega al parecer no le da alas ni siquiera a quienes dieron todo de sí por su canal, el caso de Repenning es evidente, partió como notero en el noticiero matinal conducido por Mauricio Israel y terminó siendo conductor del informativo central y a pesar de haber sido relegado siguió ahí. Ni siquiera rostros de la última oleada de la área dramática que hicieron sus primeros fuegos en Mega han demostrado un nivel de fidelidad tan grande.
Lo de Mega es una situación especial, no ha sido capaz, a pesar de sus éxitos y dilatada trayectoria, ser un semillero de estrellas, más que nada el canal del grupo Bethia hace más gala de depender de otros que de desarrollar una relación de estabilidad y confianza con quienes nacen en esta señal, la salida de Repenning es el ejemplo claro. Más que generar una mística particular están más interesados en hacer noticias por sus grandes movimientos de rostros. Tal vez a Mega en definitiva no le interesa ser un punto de creación de figuras sino de vitrina de grandes estrellas, pero haciendo una analogía al fútbol, tan importante como los primeros equipos, es fundamental tener una buena cantera que motive una buena circulación y además una identidad especial con la casa donde hacen sus primeros pasos.