Las Elecciones Presidenciales, Parlamentarias y de Gobernadores en Brasil ya fueron historia, por cuanto Lula da Silva tendrá la difícil pero encomiable misión de volver a reconstruir un país que fue fracturado en todo sentido por la administración de Jair Bolsonaro: Desde una sociedad crispada la cual se vió con los actos antidemocráticos de bloqueos de rutas, una seguidilla de fake-news que fueron celebradas en las vías públicas, hasta el alza en la pobreza y el hambre en el país, lo cual motivó una emocionada reflexión al respecto.
Dichos comicios no solamente fueron seguidos por los medios más importantes de ese país, llámese TVGlobo, Folha do Sao Paulo, UOL, CNN Brasil, Jovem Pan, Grupo Bandeirantes y otros, sino que también hubo un activo aliado para el candidato del Partido de los Trabajadores: Los medios sobre televisión y espectáculos.
Así es. La industria de la televisión en dicho territorio también fue duramente avasallada, con la compra de la línea editorial a través de la llamada “pauta oficial” a vehículos como RedeTV!, SBT y RecordTV, este último del cual su dueño dijo que había que respetar la voluntad del pueblo. Hablamos de Edir Macedo Bezerra, cabecilla de la cuestionada Iglesia Universal del Reino de Dios, seguramente buscando congraciarse con el nuevo gobierno.
Y es que querámoslo o no, todo tiene que ver con política, incluso la calidad de la televisión que vemos tanto acá como en Brasil. Por lo mismo, medios focalizados en la farándula brasileña e incluso en el quehacer de los cantantes se posicionaron desde el primer minuto con la opción número 13. Hablamos de portales importantes como PFBR (Portal Famosos Brasil) que no ha dejado de criticar al cuestionado líder ultraderechista sin descuidar su foco que es el mundo de las luces.
Y así hubo otros medios importantes como BCharts y Poptime que estuvieron fuertemente posicionados contra Bolsonaro.
Mismo caso ocurrió con Popline, que para el primer turno hicieron una iniciativa de poner sus fotos en Instagram en blanco y negro, evocando a la dictadura vigente entre 1964 y 1985 en donde tanto las fotos de los periódicos como la televisión (hasta mediados de los 70s) no tenían una visión policromática.
Tomando en cuenta estos antecedentes, los cuales constatan el hecho de que los portales de espectáculos, música y televisión de Brasil han sido activos críticos del bolsonarismo así como también estuvieron a favor de Lula, vemos con mucha preocupación que la mayoría de los portales faranduleros en nuestro país vean con desmesurada complacencia a figuras de la llamada “oposición outsider” al gobierno de Gabriel Boric. Hablamos de Patricia Maldonado, Catalina Pulido, José Antonio Neme, Sebastián Eyzaguirre, Daniela Aránguiz y tantos otros quienes, a pesar de sus violentos comentarios, siguen teniendo la pleitesía de varios vehículos comunicacionales. Así como no fueron claros en apoyar la democracia y estar en contra de los llamados “politifaranduleros” como Gonzalo de la Carrera, Gaspar Rivas o Chiara Barchesi.
El ejemplo que nos deja Brasil es que un mal gobierno que le ha hecho un inconmensurable daño a la convivencia cívica del país puede unir incluso a los medios cuyo norte no es necesariamente la política, más no pierden de vista la realidad en la que estuvieron inmersos. En Chile, ante la siempre latente amenaza del ultraderechismo, no se pueden validar las opiniones que glorifiquen una dictadura que dañó a miles de familias y fue el dolor de miles de ciudadanos de esta tierra, así como tampoco de quienes hacen del insulto o la falsedad una forma de vida, a través de espacios masivos de comunicación.
Por lo mismo, le hacemos a usted amigo lector, una pregunta: Si en Brasil los medios sobre televisión se posicionaron a favor de diversas causas. ¿Por qué no podemos hacerlo nosotros? Como bien dijo el periodista peruano Cesar Hildebrant: No arriemos la bandera de la independencia. Sigamos luchando.