No amigo lector. Eso de famosos intentando aspirar a cargos políticos de importancia no solo sucede en gran parte de Latinoamérica, sino que sucede incluso en los Estados Unidos. Los dos ejemplos de aquello fueron el actor Arnold Schwarzenegger quien fue gobernador del Estado de California, como el magnate Donald Trump quien no solamente fue Presidente de su país sino que dejó como herencia en su polémica salida una sociedad crispada, la cual se materializó con el intento de golpe de estado de enero de 2021, pocos días antes de la asunción de Joe Biden.
Y es que si hay un gran derrotado en las llamadas “elecciones de medio mandato” desarrolladas durante esta semana fue el empresario, cuya llamada “ola roja” se transformó solo en una olita, sin siquiera ser una marejada. Al momento de realizarse esta nota (13/11), los demócratas lograron la mayoría en el Senado, no así en la Cámara de Representantes en donde si bien los Republicanos van a conseguir el poder, cuentan con números muy por debajo de los que proyectaban encuestas y entendidos.
Y entre todo ese ramillete de ganadores y perdedores estuvo un famoso conductor de televisión: El Dr. Mehmet Oz, quien durante años tuvo su show televisivo en donde educaba a su teleaudiencia sobre la medicina y los procedimientos, y cuyo formato en su minuto trajo a nuestro país Mega, a través de “Dr. TV” con Claudio Aldunate, quien actualmente hace “Doctor en Casa”, que se transmite por varios canales locales de nuestro territorio nacional.
Oz se candidateó en el senado por el siempre clave estado de Pennsylvania por un escaño de los Republicanos con el apoyo del mismo Trump, no obstante en los primeros conteos (caracterizados por su lentitud), el rostro perdió según proyecciones de CNN. Su rival azul, John Fetterman, le ganó por mucho y no quedó otra que hacer el discurso de aceptación de derrota en donde señaló que “Estamos enfrentando grandes problemas como país y necesitamos que todos bajen sus espadas partidistas y se concentren en hacer el trabajo. Con un liderazgo audaz que une a las personas, podemos generar un cambio real”.
De hecho, el médico fue resistido por sus correligionarios del partido rojo. En un debate realizado en el mes de abril sus oponentes dentro de la coalición lo cuestionaron por ser insuficientemente conservador, a lo que respondió que “no podemos dejar atrás las elecciones de 2020”. Lógicamente fue uno de los que sostuvo, junto a los Trumpistas más radicales, que hubo un fraude que nunca se esclareció y que hasta el día de hoy el tan cuestionado hombre de negocios todavía no es capaz de superar.
Esta semana quedó claro que lejos de una “ola roja”, los gringos quieren dejar atrás la crispación que tuvo su punto de climax en ese complicado día de enero de 2021, y buscan pensamientos moderados incluso dentro de los mismos Republicanos, quienes tienen que entrar en la obligación de desmarcarse de la figura de Donald Trump, a la que incluso los medios más conservadores y vinculados al liberalismo de derechas lo sentenciaron como el ahuyenta-votos del partido.