Puede que nuestra línea editorial que incluye una ferrea crítica hacia los programas faranduleros no les agrade a varios, sin embargo varios sucesos ocurridos durante esta semana en los programas “outsiders” terminan, como siempre, dándonos la razón.
Por ejemplo, la discusión acalorada entre Savka Pollak y Mauricio Israel acerca del tema de las pensiones en “Sígueme y te sigo” (TV+) demuestra que al lado de ellos, “Me Late” era poco menos que una producción de la BBC de Londres. ¿Quién en el equipo de producción del flamante nuevo envío del canal 5.1 creyó que era una buena idea poner al “rabino” a discutir un tema tan complejo como este, aún sabiendo que no es precisamente una voz autorizada?
En el mismo espacio, Andrés Baile se dió el lujo de ningunear la labor de Millaray Viera en Chilevisión, a raiz de su salida de Machasa. Literalmente esto es como que Katherine Martorell le de clases al gobierno de cómo manejar el tema de seguridad, o que Virginia Reginato le enseñe a Macarena Ripamonti de cómo gobernar una comuna. Viera se ganó el cariño de los televidentes por su cercanía y su humildad, que viene de su renombrada familia artística, mientras que el ex “Mekano” no puede decir lo mismo. Además demuestra que sus críticas vienen desde la ignorancia porque cree que hace enganches en “Sabingo”, cuando se nota que no ha visto su desempeño en “Yo soy”.
Y si “Sígueme y te sigo” canta mal las rancheras, “Zona de estrellas” desafina. ¿Cuánto van a aguantar a Daniela Aránguiz, que ya está creando un tóxico clima laboral dentro de Chucre Manzur? Esta semana en un enlace en directo desde el Siglo XIX, la farandulera acusó a Perla Ilich de hacerle “magia negra” para perder en “El discípulo del chef”. No cabe duda que perder dicho programa la hizo perder sus cabales y se ha transformado en una persona apologista del bullying contra Karen Bejarano y también contra la gitana, con quien una simple discusión por el uso de una cuchara terminó desembocando una enemistad creada por la susodicha de la nada.
Sin embargo no se detuvo ahí, porque obviamente en Zona Latina fue tema la salida de Millaray de CHV, y ahí fue cuando también Aránguiz dijo que el motivo fue que le habían negado un aumento de sueldo y eso hizo que hasta saliera llorando del canal. Viera, con lo profesional que es, no tardó mucho en desmentir, no obstante nadie corrigió ni instó a la también exintegrante del programa juvenil de Mega a que rectificara, que eso hace cualquier persona profesional dentro de los medios de comunicación.
En consecuencia, los programas faranduleros buscan volver a como de lugar, sin embargo si siguen con el poco profesionalismo y la misma mala praxis de hace diez años, su lugar seguirá siendo la tumba. ¿Les importará a los ejecutivos? Una fuente dentro de la industria nos dijo que a TV+ no le importa que se hable bien o mal de ellos, sino que sencillamente se hable. Solo existe la publicidad, sea buena o mala. El problema es que ese mismo modelo de negocios hizo que la televisión chilena entrara a la recesión.