A pesar del antecedente del VEA TV de 1980, otorgado por la citada revista de espectáculos y cuya gala en el Teatro Casino Las Vegas fue transmitida por TVN, antiguamente no era habitual ver este tipo de ceremonias en antena.
No sería hasta 1991, ya con la democracia de vuelta en Chile, cuando el mismo canal estatal le da el impulso a los Premios APES, otorgados por la Asociación de Periodistas de Espectáculos que, en estricto rigor, existían ya desde hace dos décadas alrededor, pero no sería hasta ese año que tuvieron vitrina en nuestra pequeña pantalla. Así existió hasta 2004, deambulando por Mega (hubo un año en que los ganadores se entregaron en “Morandé con Compañía” (!)) y su última transmisión a través de ABT.
Misma suerte correrían los Altazor, que a fines de los 90s reconocían a la cultura y las artes, y que en sus inicios fue transmitida por el mismo 7.1, hasta protagonizar varias polémicas durante su paso por Chilevisión: Desde el lapsus de Patricia Larraín con “Carmina Burana”, hasta las consignas contra Piñera en el canal que entonces lo tenía de dueño.
Así y todo, nunca tuvimos una tradición de premiar a los mejores de la industria del espectáculo, como sí sucedía en países de la región como Argentina, Brasil y Colombia. Eso comenzó a cambiar a mediados de la década pasada, en donde La Red apostaría por los emergentes Premios Pulsar otorgados por la SCD.
Luego surgieron los Caleuche que se iniciaron en CNN Chile y luego pasaron por la misma estación de Avenida Quilín. Para qué mencionar los Copihue de Oro que durante algunos años los televisó Chilevisión, Canal 13 y últimamente TV+.
Este año y el próximo el ritual de las premiaciones tendrán un real impulso: Según reveló el DFMAS la semana pasada, TVN no solo contará con los Premios Musa, sino que también consiguieron los Caleuche y los Pulsar, justamente los mismos que habían sido promovidos por La Red y que habían alcanzado un alto nivel de producción, paradojicamente en la cuestionada era de Víctor Gutiérrez.
Quizás no tengan la espectacularidad de los Oscars, los Emmys, los American Music Awards o los últimamente muy criticados Grammys, no obstante hay una intención de la industria televisiva de promover estos espectáculos, tan poco habituales de ver a través de la pantalla de libre recepción, pero que tienen el fin de ser una instancia de reconocimiento y homenaje a los que contribuyeron en buena lid al espectáculo y a la cultura popular nacional.