El anuncio de la llegada de Christina Aguilera tiene mucha significancia por diferentes motivos: Es la primera vez que la veremos en Chile, es la segunda vez que saldrá en la televisión (la primera fue en “Viva el Lunes” en el año 2000, aunque de forma indirecta ya que fue la grabación de un programa en Argentina) y es la consolidación de un anhelo de la gente de Bizarro, que siempre deseó tenerla en la Quinta Vergara.
Sin embargo, hubo un año en que estuvo a puntito de llegar a la Ciudad Jardín, y no fue precisamente en 2014, sino que diez años más atrás.
Ya a fines de 2003, sonaba fuerte el nombre de la intérprete norteamericana de origen ecuatoriano para llegar al show, el que sería el último bajo la conducción de Antonio Vodanovic. Entonces era el éxito de “Can’t Hold Us Down” y aún estaba fresca la imagen de su beso con Madonna en los VMA de ese año. Sin embargo, algo pasó que las negociaciones no llegaron a puerto.
Hay aseveraciones, por ejemplo la dicha en el Diario La Cuarta, que sí estaba ad-portas de arribar al escenario, pero de acuerdo al diario pop ella no quiso. Se pensó en Bryan Adams como segunda opción, pero tampoco fue factible. No obstante, el canadiense llegaría a conquistar los corazones de sus fans tres años después.
La historia contó que ese año el toque anglosajón lo pusieron la legendaria banda Toto y el conjunto de electrónica Safri Duo. Y nótese el tenor machista con la que trataban a la entonces morocha, pues la llamaron de “arrugona” y la menospreciaron vocalmente (si, en serio, decían que no cantaba… ¿posta?) por sobre el conjunto cuyo vocalista vino como representante de la Competencia Internacional del mismo certamen. Bueno, no podemos pedir mucho tratándose de La Cuarta y del contexto de sociedad de aquel entonces.
Lo concreto es que su show es esperado, y así lo constatamos de primera mano en el galpón de la música del Persa Víctor Manuel en el Barrio Franklin, en Santiago Centro. Una atendedora de una de sus conocidas tiendas de CDs y vinilos preguntaba a un cliente que buscaba un disco de Aguilera si iba a ir al show. Respondió que iba a comprar su entrada pero ya se habían agotado. Ese quizás es el primer indicio para que “la voz de la generación” cautive como solo ella sabe hacerlo, y creemos que no va a defraudar.