Hace solo algunos días, la cuenta de YouTube “Telearchivos Retro” empezó a subir archivos radiales interesantes, uno de ellos tiene relación con uno de los mayores fiascos de la radiodifusión nacional: Chilena SoloNoticias.
El proyecto liderado por Abel Esquivel había debutado un año antes, intentando implementar en Chile un modelo noticioso de gran éxito en Estados Unidos, donde es habitual escuchar radios 100% informativas sin continuidad musical. Sin embargo, claramente el mercado radial gringo no es el chileno.
“Porque las noticias no esperan, solo suceden, ahora Radio Chilena es solo noticias las 24 horas del día”, rezaba un comercial que anunciaba su nueva fórmula en mayo del 2000, en la cual también invitaban a presintonizar la 100.9 FM de Santiago, a la cual habían llegado en 1999 reemplazando a Radio Colo Colo.
Sin embargo, este documento radial nos sirve para detectar por qué fracasó el proyecto: Mucha redundancia en los titulares que se leían cada siete minutos y que se sumaban a los boletines noticiosos de cada hora, como es el caso de un mensaje del Papa Juan Pablo II entregado en una misa por el entonces Arzobispo de Santiago, Monseñor Francisco Javier Errázuriz.
La trastienda de un fallido formato
Según una tesis de la Universidad de Chile en el año 2006, para ejecutar el proyecto se contrataron más de cien periodistas, entre los que se contaban Alejandro Guillier y Beatriz Sánchez. Se suprimieron de cuajo los espacios musicales y la tradicional “Chispa del Deporte”. El noticiero “Primera Plana” pasó a llamarse “SoloNoticias” con sus diferentes ediciones.
Precisamente a un año de su ejecución, donde data el audio subido a la plataforma audiovisual de Google, se constató que tuvo desastrosos resultados financieros, de audiencia y problemas de administración. Según constata el documento, la emisora perdió mucho público popular que gustaba de los programas de Julio Videla, Leo Caprile y Martín Chávez, aunque ganaron público desde más altos estratos así como también pertenecientes a la audiencia adulto joven.
En sus primeros días, los resultados eran alentadores ya que en los automoviles efectivamente se tenía presintonizada la 100.9 FM en la capital, así como también era escucha obligada en las salas de prensa de otros importantes medios de comunicación.
Pero luego de seis meses, todo se vino abajo: Habían perdido audiencia importante, se estancaron en el decimotercer lugar de las radios santiaguinas, y la crisis financiera fue tal que hubo despidos masivos e incluso pérdida de beneficios laborales. Para la fecha en que se subió el audio, ya hubo una poda importante en la cual se canceló el contrato de 20 profesionales, entre ellos 14 periodistas y la corresponsal en España.
Además, el formato era muy resistido desde el clero. El representante del Arzobispado de Santiago en el directorio de la antigua CB 66, Padre Juan De la Cruz Suárez, siempre mostró su desacuerdo con el giro que tomó la emisora de Philips. Las deudas en un momento se hicieron insostenibles y cuando en 2003 se volvió a una generalista estándar, ya era demasiado tarde.
Se dice que la implementación del proyecto incidió en la grave situación que desembocó en el fin de la estación en 2006, tras la venta a Canal 13 que la transformó en lo que hoy es Play FM.