Estamos en tiempos donde el pragmatismo de los canales de televisión está comenzando a perjudicar seriamente la disponibilidad de los espectadores de ver sus programas favoritos a través del formato lineal, debido a las criticadas decisiones de los programadores.
Anoche Chilevisión estrenaba su apuesta veraniega, que se trataba de la telenovela brasileña “Pantanal”. El remake de Globo de la novela que fuese uno de los grandes éxitos de la hoy extinta Rede Manchete estaba pactada según los horarios enviados por los canales de televisión a las 22:40 horas.
No obstante, el notciero central se alargó más de la cuenta a tal punto que mientras los otros canales ya iniciaron su primetime, el canal de Machasa aún seguía con su informativo.
La edición de ayer (08/01) empezó a las 20:30 y solo terminó a las once de la noche siendo el noticiero más largo de la historia, con dos horas y media de duración. Solo a esa hora señalada irrumpió la producción carioca.
Una de las causas de la poca confiabilidad en la televisión chilena, la cual es certificada por varias encuestas, es la poca veracidad con la que entregan la información de su programación. Si se anuncia un programa a las 22:40, en realidad puede comenzar a las 22:45 o 22:50, constituyendo un grave perjuicio para miles de espectadores que tienen que levantarse temprano a sus hogares al día siguiente para ir a trabajar.
Lo concreto es que el problema lleva más de doce años y aún no hay solución alguna, pues el alargue excesivo de los noticieros ha llevado a rellenar con lo más insólito, como justamente el mismo telediario que se dedicó incluso a hacer un reportaje sobre los chilenos que fueron a residir en Miami.
Y luego los ejecutivos se preguntan por qué la gente opta por verlo por streaming o internet, así como por qué las audiencias de hoy en la noche no son como las de hace treinta o veinte años.