No quepa ningún misterio que en este portal la farándula no tiene una grata bienvenida, y es que tenemos como precedente una industria televisiva local que perdió mucho debido a los ídolos de barro y escándalos generados por este género. Pero a la misma vez, desde esta tribuna en específico, se entiende perfectamente que un tratamiento a la vida mediática de los famosos no puede ser evitado y que en ocasiones incluso puede ser positivo, lo que hemos visto esta semana nos da la razón.
Todo el mundo hispanoparlante ha quedado impactado por la última sección del productor argentino Bizarrap (más conocido como BZRP) donde su invitada fue ni más ni menos que Shakira, y cómo ha sido una constante en sus últimos temas, embistió con todo en contra de su pareja y padre de sus hijos Gerard Piqué. Más allá de las reservas que podríamos tomar en relación a la sobre exposición de un quiebre familiar y las consecuencias en los hijos de la ex pareja, aquí hemos visto un momento que quedará en los anales de la comunicación. Es muy difícil encontrar una situación similar al lanzamiento de una canción, al menos en Latinoamérica, que haya generado tanta reacción pública. No pecamos de exagerados al decir que esta canción ha sido desde el día del lanzamiento en el evento noticioso más comentado de la semana.
Y en esta franja larga y angosta de tierra bajo la cual vivimos la situación no desentonó. A diferencia de otros días, donde la delincuencia toma el protagonismo de las pautas, los matinales de los cuatro canales iniciaron sus programas con la reacción a la colaboración de la barranquillera, todos los noticidos hablaron del hecho, así como todo espacio franjeado. Lo más sorprendente queda reservado para algunos espacios radiales, en donde su principal enfoque es la actualidad política y económica, donde incluso le dedicaron minutos al escándalo. Todo el engranaje vinculado a frases, e incluso productos mencionados en el tema han quedado en boga y han generado una discusión que más allá de los clásicos tontos graves, ha servido para amenizar un ambiente que ha estado sobrecargado por las tensiones.
Y es que en buenahora que llegó este tema. La canción justo aterrizó en momentos en que poco de lo que sucede nos saca de la discusión que genera más rabias que risas, y donde la televisión a pesar de sus intentos, todavía no encuentra ese paliativo que ayude a mejorar el enrarecido ambiente social. En países como Argentina y Brasil, sumidos en crisis políticas todavía peores que las que vivimos en estos lares, los reality shows como Gran Hermano han servido como paréntesis de los conflictos que se viven en el día a día, es así como la versión argentina del programa de telerrealidad holandés ha marcado ratings impensados para la televisión actual, llegando a rozar los 25 puntos en los últimos días.
Creo que es el momento de discutir cómo la televisión local puede enfrentar este cúmulo de malas noticias con una producción lo suficientemente contundente como efectiva para generar, al menos, un motivo de discusión pública un poco menos tensa, y que mejor que cierta frivolidad pueda entrar a nuestras vidas, siempre con la moderación que hemos aconsejado a través de este portal. Desde aquí estaremos analizando los aciertos y falencias que harán en el camino.