Desde nuestra humilde morada en donde su seguro servidor pasa sus merecidas vacaciones, sin perder de vista el acontecer televisivo, les traemos el mejor recuento de lo que ha sido este primer mes en la pequeña pantalla, en donde la música sigue ocupando un rol preponderante, no obstante aún hay revoltosos que insisten en patear la jaula.
El ubicado: Festival del Huaso de Olmué
Dos años por parón pandémico y con mucha incertidumbre acerca de su futuro y con una seguidilla de licitaciones desiertas terminaron con un final feliz, apoteósico y excelente para las pretensiones de TVN, que nuevamente tomó la batuta del certamen del Patagual y le devolvió la impronta del evento que celebra la música chilena y popular. Claro que con muchos errores que de todas formas confiamos en que se solucionen.
El show de Mon Laferte junto a “Mujeres del viento florido” le dió el mejor toque, distinto y más elegante, a sus ya reconocidos hits. Otro punto alto fue el fenómeno de “Zúmbale Primo”, un grupo ranchero que se graduó de suceso y apunta a salir más allá de los pueblitos del Chile profundo, en donde esta música es la reina de las radios locales.
Otro punto máximo en cuanto a música fue Entremares. Los oruindos de Talcahuano entregaron una cueca más sofisticada, y alejada de la “tonada querencial” que siempre le achacamos a los Huasos Quincheros y grupos similares.
En cuanto al humor, Nathalie Nicloux empezó como un caballo de carrera que se desbarrancó al llegar a la “tierra derecha”. No obstante, la otra cara tiene nombre y apellido: Luis Slimming. “Don Comedia” le hizo honor a su nombre y con ingenio cautivó las risas de los televidentes, y en segundo órden estuvo Bombo Fica con su rutina contingente, demostrando que no necesita el Festival de Viña para mantenerse en plena vigencia.
De los conductores, tanto Ivette Vergara como Eduardo Fuentes demostraron oficio y experiencia. Mientras que Paulina Alvarado fue la más encantadora dentro del Backstage, no así su compañero que fue altamente criticado en redes sociales.
Tareas para la próxima edición: Mejorar los problemas de la luz que pusieron en aprietos durante varios días a la organización y comenzar a trabajar ya para que no ocurran más impasses como los ocurridos con la Competencia.
El desubicado: La falta de artistas femeninas en los festivales masivos
La parrilla tanto de Olmué como de Las Condes apela a todos los públicos. Nadie duda de la masividad de Young Cister como de Pailita, que según reportan fue el rey de la sintonía del evento capitalino. Sin duda las audiencias reflejan que la gente necesitaba estas instancias, porque la música puede ser el bálsamo para cualquier depresión, inclusive para la que desde hace años vive nuestra TV. Sin embargo, debemos preguntar lo mismo que cualquier bailarín de axé o animador de discoteca: ¡¿Dónde están las mujeres?!.
Hay un buen pasar dentro del pop femenino local y no solo hablamos de veteranas jóvenes como Francisca Valenzuela, Javiera Mena o Nicole (que estuvo cerrando en el Parque Padre Hurtado) sino de que de nuevos destaques como Shirel, Soulfia, Princesa Alba (que de hecho estuvo en el Festival de Chile Chico que transmitió Bio-Bio TV), Flor de Rap y Mariel Mariel, entre tantas otras. ¿No merecían una oportunidad también?
En el Festival de Olmué, por ejemplo, solo hubo tres mujeres en la parrilla: Mon Laferte, Nathalie Nicloux y la vocalista de Entremares. En el de la comuna donde se concentra el empresariado y la elite chilena solo dos: Nicole y Daniela “Chiqui” Aguayo. Claramente acá la paridad de género brilló por su ausencia.
Y ojo, no estamos pidiendo una Chanel, una Lola Índigo o una Gloria Trevi. Esos ya son números mayúsculos. Sino que más bien nombres actuales, chilenos y accesibles. Sin duda que los hay, solo hay que darles mayor visibilidad. Mucha más de la que habitualmente le brinda nuestra TV.
El carepalo: José Antonio Neme
Durante todo el año pasado que el periodista se convirtió no solo en los ya insoportables “paladines de la moral” de la televisión, sino que también en un auténtico dueño de la verdad absoluta. Lo hizo durante todo el año pasado cuando justificó la presencia en demasía de la crónica roja en Chile. “¿Acaso quieren que nos pongamos a bailar?”, dijo en aquella oportunidad.
Luego siguió con sus continuos ataques al Gobierno en un plan del director de prensa de Mega, Gianfranco Dazzarolla, de endurecer el tono contra Boric lo que le valió duras críticas incluso en la interna. Durante el incendio en Viña del Mar, mandó a una pausa denigrando a las actuales autoridades. Llegó incluso a decir que antes del Estallido Social, el Barrio Meiggs era casi como el jardín del edén y desde redes sociales le dijeron que no era así.
Su odio hacia nuestro país y a los más pobres se ventila cada mañana. Ha dicho que “es un chiste” y hasta lo calificó de “feo y hediondo”. Y podríamos seguir enumerando los errores de Neme en un matinal que durante todo el año pasado se llevó multas y multas del honorable CNTV.
¿Puede seguir resistiendo su vice con tal visceralidad y odiosidad? A veces preferimos que recorra el país con Karen Sylvia, pero todo termina donde mismo cuando se las da incluso de candidato para “las presidenciales de 2024”. Mal por el “Mucho Gusto” que ya superó en cuestionamientos a la etapa de Lucho Jara y Karol Lucero. Ojalá que Priscilla y Repe junto con “el Reyno” de TVN le den un golpe de humildad.