La espera terminó. Hoy comienza después de dos años de ausencia el Festival de Viña del Mar. Un evento que debemos señalar que comienza con muchos traspiés, ejecutados en su totalidad por la productora Bizarro: La salida de la orquesta en directo que felizmente se revirtió, la organización en torno a artistas luego de la baja de Maná, la deserción de Yerko Puchento por su malestar por el día en que le tocó (y se notó que no quiere repetir la experiencia de Puente Alto) y la última de todas, que es la marginación a dedo de los medios más pequeños.
No obstante, a pesar de todas las críticas debemos destacar la parrilla. En este caso se apuesta por recuperar al público más abandonado por los canales: Los jóvenes. La obertura de la versión de 1986 decía que “existe una palabra que define al Festival, y esa palabra es juventud”. Dicha consigna queda consagrada en un evento que le dará realce al pop femenino y latino. Pero aun así y como no es posible dejar contentos a todos, se le cuestiona por su enfoque a los “centennials”.
Y es que hay cosas en las que concordamos con los críticos que han llegado desde los canales de Vicuña Mackenna y Pedro Montt. Otras no. Por ejemplo, han sido duramente cuestionados por menospreciar a artistas como Tini Stoessel y Emilia Mernes, lo que demuestra lo que hemos denunciado por este mismo medio: La desconexión del periodismo que debería ser de espectáculos de las últimas tendencias musicales. En ese sentido sorprende la actitud de Andrés Caniulef de ningunear a los cantantes que estarán, lo que demuestra que le hizo mal dejar de entrevistar artistas de peso en T13 y enfocarse en la farándula dura con todo lo que eso conllevó.
Y la misma actitud crítica ha hecho que en la complicada antesala del evento han cometido errores tan lamentables como el de la productora de Alfredo Alonso: Desde “Sigueme y te sigo” que pidió derechamente que cancelaran el evento y hasta su conductor Francisco Kaminski instó a derribar la reja de seguridad de la “Noche Cero”, hasta “Mucho Gusto” que dijo erróneamente que Luisito Comunica venía al jurado cuando se dijo claramente que iba a promocionar el evento en YouTube presencialmente en Viña.
Es ahí donde entra otra disyuntiva: ¿Que dirá el rating que de momento solo toma la TV lineal? Un dato no menor es que Kantar Ibope Media busca contar también servicios de streaming y visualizaciones online, lo cual se ha estado probando desde inicios de este año. Ya lo está haciendo Nielsen en Estados Unidos y eso sirvió para mejorar las audiencias de grandes eventos como los Grammys, los Premios MTV y el mismo Superbowl.
Como sea, Viña busca rejuvenecer su público en una industria televisiva que sigue enfocándose solo en quienes la ven en televisores. Una apuesta arriesgada pero que es parte de la historia del mismo evento. Esperemos que esto llegue a buen puerto para apuntar al público al que se dirige.
Primera noche
- Karol G. En lo personal la conocí en 2017, cuando era una desconocida y sus videos solo aparecían en HTV. Fue precisamente en ese canal cuando ví uno de sus primeros éxitos, titulado “A Ella”. Desde entonces su carrera llegó en ascenso hasta aparecer en importantes programas y eventos en Estados Unidos, así como hacer pomposas presentaciones en nuestro país. Alguien que ha sonado en varias ocasiones y que tendrá la responsabilidad de abrir los fuegos, demostrando su poderío dentro del concierto latino.
- Pamela Leiva. La conocimos como chica reality en “1810” siendo víctima de bullying de parte de Angélica Sepúlveda, odiada en su minuto pero que contó con una legión insoportable de seguidores que, cual peligrosa secta, la llamaron como “la Líder”. Lo cierto es que mientras “la fierecilla” volvió al ostracismo, la persona a la que llamó de “rasca y gorda” construyó camino como comediante. Ella estará en el Festival, mientras la otra volvió a Yungay y no ha logrado volver plenamente a la televisión.
- Paloma Mami. Quien desertó de “Rojo” en 2018 y luego vió como su carrera ascendió a niveles estratosféricos. Le ofrecieron llegar al Festival pero humildemente se negó por no tener una suficiente cantidad de hits, pero esta vez dijo que sencillamente sí es el momento. Cerrará por todo lo alto el primer día de fiesta.
Segunda noche
- Tini Stoessel. Era el Plan B luego de la fortuita baja de Maná, grupo del que siendo justos no ha sacado nada nuevo en los últimos años. De hecho la última vez antes de su confirmación en Chile supimos que Fher se negó a seguir cantando en el país hasta que le den mar a Bolivia, lo cual para las siempre ávidas redes sociales fue ese el gatillante y no la lesión que sufrió en la rodilla. Pero en este caso, el reemplazo puede ser mejor que el titular. Nadie niega que la carrera de la trasandina alcanzó un alza significativa después del fin de “Violetta”, llegando a cantar con grandes como la misma Christina Aguilera. Recomendable ver su show “La última del año”, que demostró de qué está hecha.
- Diego Urrutia. Otro plan B después de la polémica salida del personaje de Daniel Alcaíno sindicado como “humor demasiado boomer”. Un tiktoker que para el público juvenil tiene muchas visitas, pero para los más maduros es un completo desconocido. Sin embargo la historia viñamarina ha dicho que las apuestas de los “N.N.” terminan siendo provechosas como ocurrió con el uruguayo Carlos García, la colombiana Alejandra Azcárate y la “saga del Cachafaz” que finalizó invicta. ¿Pasará este año? No podemos desear que no.
- Emilia Mernes. Ya estuvo en la Quinta Vergara siendo miembro de “Rombai”. Luego de la disolución del grupo se lanzó como artista pop donde lanzó un disco “Tu crees en mí?” del que se desprende el favorito de su servidor: “Cuatro veinte”.
Tercera noche
- Alejandro Fernández. Quizás lo único que quedó del vilipendiado “festival de la soa”. Un artista de gran llegada en el público de Radio Pudahuel, pero que hace semanas lo vimos en el peor de los estados, completamente borracho dando un concierto en su natal México. En ese país se sabe que tiene un serio problema con el alcohol que todavía no subsana. Ojalá que no se repita la historia en Viña.
- Belén Mora. La “Belenaza”, oriunda de Hualpén y que comenzó en el exitoso “Detrás del muro” de Morandé con Compañía, y que luego hizo humor contingente junto a su pareja Toto Acuña en el excelente “Políticamente incorrecto” de La Red. Su éxito puede hacerle justicia tras la abrupta cancelación del programa estando ella embarazada.
- Los Jaivas. Vienen llenos de éxitos, celebran 60 años de carrera y han recibido diversos homenajes como el mural que está ubicado precisamente en la entrada de la Quinta Vergara. Debemos pedir que, por respeto a su trayectoria, salgan a una hora prudente porque no merecen cantar a la hora en que canta el gallo, más si se rumorea en diversos medios que les darán la “Gaviota de Platino”.
Cuarta noche
- Fito Páez. Alguien que le guarda afecto al Festival de Viña y que ha elegido dicho escenario para cerrar por todo lo alto la conmemoración de “El amor 30 años después del amor”, ese excelente disco aclamado unánimemente y que reflejó el virtuosismo del argentino.
- Rodrigo Villegas. Segunda vez que se sube al escenario el también ex MCC. La primera vez logró con exito sortear los desafíos, incluso el momento tenso de la detención de un delincuente en plena Quinta Vergara.
- Rels B. Quizás la gran duda de Viña del Mar. Para muchos el rapero español viene sobre la marcha, para los entendidos es el número de relleno que se contrató de pisa y corre por la inoperancia de Bizarro. Muchos auguran que correrá la misma suerte de Yandar y Yostin… ¿Con trolleo incluido de parte de la ADN?
Quinta noche
- Christina Aguilera. No es el gran número… Es la gigante carta anglo, tan grandiosa como su voz privilegiada y su belleza incuestionable. Esta llegada es muy especial por muchos factores: Nunca cantó en suelo chileno, fue protagonista del humo más infame de parte del periodismo de farándula en 2014 y según contaron desde la producción se intentó traerla en varias ocasiones. Esta vez se dió, su disco “Aguilera” viene repleto de premios tal como su carrera musical y como activista, siendo el último de ellos el que recibirá en marzo de parte de la GLAAD. No es Adam Levine -a pesar de que cantó con él-, por lo que debemos esperar solo de ella talento, calidad y sobre todo la humildad que la caracteriza.
- Fabrizio Copano. Desde que arrasó en la final de 2017 que viene in crescendo con rutinas en plataformas de streaming y apariciones en los late shows estadounidenses. Es el segundo chileno que lo logra después de Lucho Navarro. Tiene campo y mucha llegada en el público por lo que no va a decepcionar.
- Polimá Westcoast. La presencia de la música urbana corre por cuenta del intérprete que el año pasado tuvo la canción más radiada, que fue lógicamente “Ultrasolo”. Amado y odiado por igual, sin embargo será una instancia para probar que los prejuicios no importan.
Sexta noche
- Camilo. Al cantante colombiano en lo personal lo conocí en 2011, en la época en que la señal de MTV que se recibía era la centro y se podían ver artistas de Perú, Ecuador y Colombia. Precisamente el cafetero viene de esa generación y ese mismo año lo ví en la Teletón del país de Verónika Mendoza. Hoy de esa pinta de Justin Bieber no queda nada. Un bigote de Dalí que genera varios memes, una mediática relación con Evaluna Montaner y su consecuente participación en “Los Montaner” de Disney+ dan cuenta de su momento.
- Laila Roth. Una standupera argentina muy popular en el underground de su país, contemporánea de Malena Pichot y que llega como número cómico internacional. He podido ver varias rutinas de ella y tiene mucha crítica social.
- Nicki Nicole. El nombre urbano de Argentina. Contemporánea, congénero y connacional de María Becerra y Nathy Peluso. Cuenta con una fanaticada fiel y ya ha actuado en Lollapalooza en varias ocasiones. ¿Será Viña su ocasión para llegar al público masivo?