Para muchos fue desde un nombre conseguido de pisa y corre, hasta una señal más de la evidente improvisación de Bizarro. Su orígen en TikTok generaba aun más suspicacias y hasta los viudos de Yerko Puchento no le tenían buena referencia.
Sin embargo Diego Urrutia en su rutina, en consonancia con estas dos noches del Festival, acalló todas las críticas.
Tuvo escasos días para preparar un show para encantar al público juvenil que acudía a ver tanto a Tini Stoessel como a Emilia Mernes, el tiempo le jugaba en contra, no obstante y conforme a lo que vimos en pantalla, no fue impedimento para echarse la Quinta al bolsillo.
Cargado de referencias a la cultura pop y hasta con una dedicatoria al personaje de Daniel Alcaíno y las circunstancias en que se dio su arribo, los jovenes se rieron a carcajadas y se llevó las dos gaviotas para su casa, con parte de la opinión pública y la prensa en contra, pero con la satisfacción de salir con la satisfacción de haber cumplido con creces.
El apoyo de sus colegas humoristas tanto como la aprobación del gran Paul Vásquez que estuvo presente como un chileno más en la platea del coloso del Palacio Vergara fue fundamental para su suceso constante y sonante.