Si nos conoces desde hace mucho, durante tanto tiempo abogábamos por la presencia de pop femenino en las pantallas locales. Más que por un tema de fanatismo, por algo tan elemental como para hacer el contrapeso a la farándula que tanto contaminó a nuestra industria -y de la cual las que ayer fueron sus figuras, hoy claramente quieren alejarse de dicho mundo como Valentina Roth o Nicole Moreno- y para darle la inyección de calidad necesaria.
En el momento del poderío farandulero hubo varios “cometas Halley” que si bien le dieron nivel a nuestra tele, corrieron con el estigma de que un buen show nunca convoca a la audiencia, como fue el caso de Demi Lovato en el Festival de Iquique en 2012.
Felizmente este año, Christina Aguilera en el Festival demostró que un show musical a la altura del mediotiempo del Superbowl o de las más renombradas premiaciones de Estados Unidos o Europa sí pueden ser lo suficientemente convocantes para las grandes masas si se crea la atmósfera para aquello, y por supuesto si la artista ponía de su parte.
Y pese al temor de que podía tener aires de diva y con el trauma aun viviente del mal comportamiento de Maroon 5 en 2020, “la voz de la generación” demostró ser todo lo contrario: La cantante norteamericana de origen ecuatoriano hizo un show a la altura no solo de su carrera de 21 años, sino que de todo el pop femenino que enamora y encanta a diversas generaciones.
Su buen desempeño vocal, sus cambios de vestuario que cada día son sorprendentes y con una banda que sonaba tan espectacular como su voz, Christina ofreció un show de una hora pero que fue suficiente para recordar lo que ha sido su intachable trayectoria. Otro fantasma pudo ser el hecho de que interpretaría sus shows más nuevos y no sus hits millenialls, pero para sorpresa de varios lo cantó todo, y lo dió todo.
Al final, el tiempo jugó a favor: Aguilera la rompió y es un hecho, como que tuvo una excelente audiencia de cerca de 35 puntos de rating, como si fuese la mejor época de los estelares de Gonzalo Bertrán. Al final, la intérprete de “What a Girl Wants” vino a recordarnos a todos nosotros que este es el camino que nunca se debió desviar. La música en vivo sigue siendo importante, y las cifras demuestran que la gente así también lo estima. ¡Enhorabuena Xtina!