El pasado fin de semana la farandulera Daniela Aránguiz se alió con Cecilia Gutiérrez para lanzar sin pruebas tangibles que la diputada de Revolución Democrática, Maite Orsini, tendría una relación con Jorge Valdivia.
Dicha acusación sin fundamento desembocó una campaña de acoso de parte de los seguidores de la personaje televisivo contra la parlamentaria, la cual denunció a través de sus redes sociales.
La declaración pública de Orsini empezó enfatizando que “Me parece triste y lamentable tener que aclarar situaciones de mi vida privada en circunstancias que no he cometido ningún delito, falta, pecado o mucho menos; pero estoy recibiendo muchos mensajes de odio de gente que considera que la vida íntima de una parlamentaria debe prestarse al escrutinio público”.
Además lamentó “que personas incentiven estas actitudes violentas al dedicarse a comentar sobre mi intimidad y además publicar mentiras”.
Asimismo señaló que “me parece un retroceso social, el juicio y violencia que se ha levantado contra una mujer por la forma en que decide vivir su soltería, por lo que no daré más explicaciones al respecto”.
Al día siguiente Aránguiz cae por sus propios errores
Sin embargo, la acción de Aránguiz lo hizo solamente para tapar lo que informó La Tercera esta mañana, relacionado con una detención de la misma por violencia intrafamiliar. En plena vía pública, la cuestionada modelo tuvo episodios absolutamente tóxicos en Lo Barnechea, por lo que incluso tuvo que intervenir Carabineros.
Nuevamente la farándula inventa falsedades contra una diputada de la república, en este caso Orsini, las cuales no solo perjudican a su seno personal sino que también incentivan la violencia digital. En este caso, sin pruebas contundentes que acrediten tales acusaciones las cuales nunca fueron presentadas por Daniela.
Con esto además queda claro que el supuesto “apoliticismo” de dicho mundo no es más que una mentira, pues en este caso quien acusó a Orsini a comienzos de enero se sacó fotos con Jair Bolsonaro, el mismo día anterior al intento de golpe de estado contra la oficina de los tres poderes de Brasil.