Este año se cumple medio siglo de una época que llenó de sangre, muerte y terrorismo de estado a nuestro país: El Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, ejecutado por el dictador Augusto Pinochet. En ese sentido, los medios siguen sin hacer lo suficiente dando voz a voces negacionistas como Patricia Maldonado, así como también relativizando lo sucedido en aquella oportunidad, como la tristemente célebre interpelación de Rodrigo Sepúlveda al Presidente Boric a, derechamente, no hablar al respecto.
Tomando en cuenta estas anomalías la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Consuelo Contreras, y la presidenta del CNTV, Faride Zerán, buscan que los medios instalen una reflexión sobre su rol conmemorando tal fatídica fecha, precisando que hay distintos tratados plenamente vigentes ratificados por nuestro país.
Según informa El Mostrador, ambas señalan que existen bases de democracia y memoria a través de trabajos organizados por la Sociedad Civil, distintas agrupaciones en pro de los derechos humanos y otros organismos, los cuales buscan justicia, verdad y reparación para con las víctimas, cuyos familiares son detenidos desaparecidos.
Tanto Zerán como Contreras extendieron una invitación a los medios para que la conmemoración de tan nefasta fecha venga acompañado de un espacio de reflexión, respetuosa con las violaciones a los DD.HH. los cuales están en los principios éticos del ejercicio periodístico. Asimismo, buscan que las distintas coberturas velen por la dignidad de cada una de las víctimas como también de resaltar los valores de la democracia.
Por lo mismo, ambas realizan las siguientes recomendaciones:
- Que las violaciones a los derechos humanos son inaceptables, independientemente del contexto político, económico y social que enfrenten los Estados.
- Que es importante para la democracia y para las nuevas generaciones valorar y reconocer diversos intentos por avanzar en verdad, justicia, memoria, reparación y medidas de no repetición, ya sea del Estado a partir de la creación de comisiones de verdad; de las organizaciones de la sociedad civil, de derechos humanos, de familiares de víctimas, de organizaciones religiosas; de los sistemas de justicia y de la prensa que a pesar de la censura y riesgos a la integridad física de sus profesionales dieron cuenta oportunamente de las graves violaciones a los derechos humanos perpetradas por el Estado y sus agentes durante 17 años.
- Que en contextos de circulación de discursos ya sea de odio, negacionistas o de desinformación, y en el ejercicio de su libertad de expresión, los medios de comunicación tienen la responsabilidad de informar adecuadamente considerando las condenas judiciales, las investigaciones históricas, los testimonios de las víctimas y sus familiares, y los archivos, entre otras fuentes.
- Que los medios de comunicación están llamados a contribuir al respeto de los derechos humanos y la dignidad de las personas, así como a evitar la revictimización de quienes han sido objeto de violaciones a los derechos humanos y relevar el rol de defensores de los derechos humanos, la verdad, la justicia y la memoria.
- Finalmente, en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, Zerán y Contreras consideran que el compromiso con las garantías de no repetición requiere de un esfuerzo colectivo, y en ese sentido el rol del periodismo y de los medios de comunicación social constituye un elemento para avanzar en una sociedad que se reconozca en su pasado y así fortalezca su democracia presente y futura.