El regreso del año laboral se sintió rápidamente en la televisión local. Nuevos programas y la reposición de otros marcaron la primera semana post festival y serán determinantes en la pauta televisiva en el primer semestre. Pero también se percibe un cambio en el enfoque en los matinales chilenos, espacios que de una u otra forma están abandonando el perfil excesivamente informativo de los últimos años, eso sí, con matices muy diferentes.
Si Buenos Días a Todos y Tu Día han removido parte del contenido informativo a uno más orientado a la entretención y la divulgación de información esencial, Mucho Gusto y Contigo en la Mañana se han orientado sus pautas en enfatizar el escándalo de la semana protagonizado por Daniela Aránguiz, Jorge Valdivia y la diputada Maite Orsini. El contenido entregado por estos programas ha contado con la colaboración directa de una de las partes (Aránguiz) pero también ha sido la oportunidad de reflotar a algunos panelistas de las mesas de programas de farándula como es el caso de Carola Julio en el matinal de Mega. El matinal de Canal 13 también ha tocado el caso, pero en un menor espacio de tiempo y enfocado más bien en las consecuencias judiciales que puede desembocar el caso. Buenos Días a Todos públicamente expresó que el tema no iba a ser tocado en el matinal, lo cual constituye una determinación valiente, pero muy arriesgada.
Quepa señalar que la decisión editorial tomada por el programa de TVN constituye en una verdadera alternativa programática, en consideración que los espacios de los canales 9 y 11 dedicaron al menos un par de horas para referirse al caso en boga (y Tu Día unos cuarenta y cinco minutos). Durante años habíamos expresado la necesidad de levantar programaciones que puedan contrarrestar contenidos que pueden ser contraproducentes dentro de nuestra televisión, y la decisión tomada por el matinal de la estación pública en primera instancia va justamente por ese camino. Pero inmediatamente después de conocida la determinación del BDAT se conocieron las cifras de audiencia de la mañana, y estas favorecieron a los programas que sí cubrieron el escándalo. Por tanto hay un problema por resolver: mantener la política de no tocar esta noticia o en definitiva hacerla para no mantener la sintonía del espacio sumergida. Y en este dilema no solo está presente el rating, sino mantener la independencia política de TVN ante presiones políticas venidas de uno u otro lado.
Personalmente, y entendiendo la finalidad anti farándula de la determinación del BDAT, el no haber hablado del escándalo Aránguiz/Valdivia/Orsini genera resquemor en torno a supuestas interferencias de grupos políticos en la estación pública. El canal debe ser claro y preciso que la decisión de no tocar esta noticia no iba por el camino de defender a cierto grupo político o a cierta dirigente, sino evitar que esto sea el reflote de una farándula que se vuelve nociva para la industria televisiva local. Tal vez, la mejor decisión habría justamente haber tocado la noticia de manera similar a la realizada por Tu Día, enfatizando en las posibles faltas generadas por los intervinientes en este escándalo, pero tampoco dándole cabida a información difícil de verificar.
La televisión pública debe ser celosa de su independencia política y no debe ni puede abrir espacio para que esta autonomía del gobierno de turno se discuta. Las noticias se pueden tocar de diferente forma y con una distribución diferente del tiempo, pero un escándalo que nació siendo farandulero pero que ya tiene consecuencias políticas importantes, no puede ser obviado por la televisión pública a pesar de sus buenas intenciones.