El fin de semana estuvo marcado en la televisión por el fin de la exitosa primera temporada de “The Last of Us” en HBO Max y por la entrega de los Premios Oscar, que como menciona el sketch de cierre, fue la primera sin un escándalo en medio de la transmisión.
Sin embargo, mientras el primer mundo nos deleitaba honrando a nombres excepcionales como Michelle Yeoh y Brendan Frasier -aunque dejando sin premio a Darín y compañía, sin restarle mérito a la cinta alemana que ganó Mejor Película Extranjera-, en Chile ocurrió un nuevo caso de intolerancia política traducida en un mal comportamiento personal.
Desde que Claudio Reyes se transformó en un troll de redes sociales y principalmente en YouTube, ha llenado portadas y clicks de notas de medios online que dan cuenta de sus opiniones “sin filtro”, que no son más que un eufemismo para no decir que denigra a las mujeres y maltrata a los famosos que no son de su lado. Lo que para dichos portales es inofensivo, para nosotros constituía un peligro si llegase a suceder algo más.
Pero lamentablemente la realidad supera al personaje, o más bien dicho el personaje se come a la persona: En una comida entre humoristas de la llamada vieja guardia, el otrora “Charly Badulaque” agredió a Jaja Calderón solamente por imitar al Presidente Gabriel Boric. El involucrado comentó a El Filtrador que no puede dar detalles porque el caso en estos momentos está siendo judicializado y el humorista deberá enfrentar todo el peso de la ley.
Sin embargo, Reyes optó por legitimar su agresión en su programa online. “Cuando no entienden con buenas palabras, con una segunda vez con buenas palabras, ya con una tercera vez con malas palabras, ya con una cuarta vez de gritos con malas palabras, la única opción que queda son los golpes, po’h hueón”, señaló.
En este portal a pesar de que somos respetuosos de las creencias políticas de los famosos y sus seguidores, somos partidarios de la consigna de que “un gran poder requiere una gran responsabilidad”. El señor Claudio Reyes obedeció a su permanente necesidad de figurar en los medios de comunicación y hacer la llamada “lógica de la diva farandulera”, que es imponer tener la razón usando la violencia. Uno puede ser oficialista u opositor a este Gobierno, sin embargo nada de eso legitima los golpes hacia alguien que, además, solo pretendía hacer una imitación sin otro afán.
Particularmente su caso me recuerda a la metamorfosis que sufrió la personalidad del actor mexicano Alfredo Adame: Un galán de las novelas de Televisa, que hizo desde teleseries hasta conducción de matinales, pero que en este tiempo ha desarrollado una mala conducta. Luego de perder una elección a un cargo público hace años, solo hace noticia por riñas tanto en restaurantes como en la vía pública.
Nosotros promovemos la democracia y el debate político con altura de miras, obedeciendo a elementos de sentido común como el respeto irrestricto a la diferencia y convergencia de ideas, manteniendo buenos códigos y sin transgredir las bases que hacen de una democracia una fuerte y sólida.
Usar la violencia por sobre un argumento y que este sea validado por varios medios solo habla mal del que la emplea, y existen muchas maneras: La violencia física, como es este caso, o la verbal, como lo son otras reconocidas partidarias de la ultraderecha como Daniela Aránguiz y Patricia Maldonado, ampliamente favorecidas por estos espacios de comunicación.
Claudio Reyes optó por el camino más peligroso, por lo mismo debemos poner la voz de alerta de que cuando la situación se va de las manos como en este caso, debemos como medios hacernos cargo. Por lo mismo, a partir del día de la fecha, este señor está vetado de TVenserio y no se le dedicará ningún artículo ni sobre él ni su programa “Viernes Troll”.
Y tal vez se dieron cuenta, pero para el que todavía no, también optamos por vetar a Patricia Maldonado y todo proyecto en la que esté vinculada, debido a su rol como activa partidaria de la dictadura y sus lamentables dichos discriminatorios y denigrantes hacia otras personas que no piensan como ella.
Creemos como sitio que debemos dar un ejemplo de que estas cosas no pueden ni deben seguir pasando, y menos cuando en democracia, hay que dar señales de que por mucho que no se esté de acuerdo, cuando se traspasa la línea de la violencia, pierde el derecho a la dignidad humana de cada uno de nosotros como ciudadanos que buscamos un país mejor, y eso incluye una mejor televisión.