Últimamente un país que ha encabezado el buen momento que hoy por hoy vive el pop latino es España. Los artistas que han lanzado en dicha industria, que a su vez son muy bien impulsados por su excelente televisión, han agarrado un notable vuelo. Podemos contar varias que han pisado nuestro país y han conocido el éxito y el cariño del público, sin embargo tuvimos la oportunidad de estar en el show de una de las más importantes hoy por hoy, junto con Aitana y Ana Mena.
El concierto de Lola Índigo el sábado (01) en el Teatro Coliseo fue una oportunidad para demostrar su arrastre en Chile. Debemos decir que el recinto, que alguna vez fuera una de las salas de cine más importantes del país -y que entre ese periodo y la actualidad fue el templo de la Iglesia Universal-, quedó chico ante tanto calor humano y alegría desbordante y contagiosa por parte de sus siempre leales fanáticos.
La antesala de su debut fue la cantante nacional Shirel, poseedora de una privilegiada voz carrasposa que le da un toque distintivo a sus éxitos más reconocidos como “Romper platos”, “Money” y “Scarlett O’Hara”, las más radiadas y reproducidas en Spotify de su prometedora carrera. El desplante escénico de la ex “The Voice Chile” la consagra como una de las divas pop locales que tienen mayor proyección internacional.
El panorama con el que venía la madrileña era inmejorable: La era de “La niña” estaba terminando y por ende debía cerrar con broche de oro para dar paso a “El dragón”. Y qué mejor que una gira latinoamericana que tuvo además un sabor a pastel pues se trataba del día de su cumpleaños número 31. Por lo mismo su fandom llegó con globos de colores para celebrar por todo lo alto tamaña fecha.
Aquella chica de la escuela buscaba graduarse, y así fue. Los asistentes que estuvieron en el coloso de Nataniel Cox disfrutaron del talento y el encanto de “Mimi”, quien no dejó de bailar, cantar y de desvelar grandes sorpresas, como la presentación de María Becerra. No cabe duda que “la nena de Argentina” es una de las grandes amigas de la cantante y no ha dejado de retribuir esa cercanía, pues le expresó su gratitud por todo lo que ha logrado en estos años de fructífero recorrido en la música.
Pero eso no sería lo único, pues como se había anticipado participaría también la nacional Denise Rosenthal. Gracias a la chilena, Lola Índigo sonó en nuestro país, y viceversa en el caso de la también actriz nacional en la que en este sitio llamamos “la tierra prometida” que es el país mediterráneo. “Santería” tanto como “Demente” fueron la prueba de la conexión mutua que existe entre ambas, fruto además de la fraternidad que existe en el pop latino. No hay envidias, no hay puñaladas por la espalda, tampoco intentos de derribo denunciando relaciones que no son, menos persecución a otros solo por sus ideas.
Tal es el cariño que ella le tiene a nuestro país que se demostró fan de Pedro Pascal, así lo demostró cuando se puso una camiseta que le había regalado uno o una de los asistentes al concierto.
Un momento especial es que antes de la última canción, Índigo se emocionó hasta las lágrimas y reflexionó sobre los comentarios que había recibido “La Santa”, que fue una de las canciones más bailadas incluso por quienes estaban en cancha. Ella hablaba de que muchos le decían que no iba a funcionar, sin embargo la recepción de los asistentes al Coliseo demostró lo contrario. Dijo casi textual: “Hoy podrán tener días de mier…, pero como dice Karol G ‘mañana será bonito'”, para luego cerrar por todo lo alto.
“La niña de la escuela” aprobó el examen de grado y se licenció de ídola y maestra juvenil del pop español, ofreciendo el primero de tantos shows en Chile que sin duda demostrarán que el futuro tiene nombre. Se llama Lola y tiene historia, aunque más que historia será un poema.