La televisión cambió. Parece una frase cliché de esas que usan los canales para decirnos todos los días que son los mejores y recordarnos todo lo que significan para la historia del medio y hasta del país, pero es una verdad que no necesita certificarse. Sin embargo, no todos se han dado por enterados.
Durante el pasado Festival de Viña, las voces críticas decían que la parrilla juvenil iba a fracasar porque nadie veía televisión abierta, tesis que sostuvo “Contigo en la mañana” de Chilevisión. Sin embargo, el desarrollo de esas seis noches con una compleja trastienda reveló las grandes brechas generacionales: Aquellos que a diario son ninguneados por equis motivos terminaron siendo más abiertos de mente que muchos de la vieja guardia como Horacio Saavedra.
Si el esquema de artistas no funcionó… ¿Por qué las visitas a las plataformas de TVN y Canal 13 donde se exhibía el certamen tuvieron una gran cantidad de visitas, suficiente para que ambos lo relucieran en sus mismas redes?
Un conocido broadcaster digital dijo sobre la industria televisiva que “murió un elefante blanco y nadie hizo nada”, y esto lo dejó bastante claro pues quienes hacen televisión solo la hacen para los que todavía la ven en televisores, los que contratan cable solo para ver de buena forma los canales nacionales sin saber siquiera que existe la televisión digital. En definitiva, a los que Netflix y Prime Video, y otras plataformas digitales, les son indiferentes.
Por eso es bien visto que hoy una de las fuentes de ingresos más importantes de TVN y que la mantiene con números azules, junto con el Canal 24 Horas, es justamente TVN Play que se apronta a arribar a Google TV y a lo grande, según lo que pudimos ver en los dispositivos que tenemos en la redacción. Más de 400.000 suscriptores no pueden estar equivocados y con su arribo a dicha plataforma y a Roku pueden ascender mucho más.
La clave para reencantar a la audiencia que se fue de la TV abierta fue ir a buscarlos al lugar donde se fueron: El mundo digital. En Argentina, por ejemplo, a la emisión lineal de Gran Hermano en Telefe se sumó el tradicional canal 24/7 en PlutoTV y transmisiones en Twitch donde se comentaba la gala de eliminación. Una receta que Chilevisión puede y debe aplicar bien de cara a la nueva etapa.
La impunidad de Instagram ha hecho que la misma farándula en la televisión lineal esté relegada en canales de baja alcurnia y demuestre su poderío en dicha red social. Como ahí los códigos no son los mismos que la tele, se permiten mentir y difamar a dieztra (y sobre todo dieztra, conociendo la orientación política de quienes conforman y sintonizan) y siniestra (también, por el caracter explosivo y tóxico de sus figuras).
La forma de ver televisión cambió y la de analizarla también, por eso a TVN hoy no le importa tanto el rating a pesar de uno que otro titular endulzado con malicia, si tiene TVN Play que le rentabiliza absolutamente todo. Kantar Ibope Media anunció hace solo unos meses que incluirá métodos de visionado digitales a la medición de sintonía que lleva a cabo en nuestro país desde 1992, en donde de esta parte hasta hoy la única añadidura es el Rating Social de los programas más comentados.
No se confunda, diría Chanel Terrero. La televisión lineal seguirá siendo importante, pero el problema es que lo será solo para quienes todavía piensan que sus códigos rigen en tiempos donde ya no tiene el poderío que tenía antes; y a quienes añoran la época de bonanza de los 80s y 90s y anhelan que esos tiempos van a volver. Al final, la televisión cambió. De eso no cabe duda. Y la forma de analizarla, también.