Algo le pasa a Chile, la encuesta Bicentenario de la Universidad Católica publicada esta semana entrega la conclusión que los chilenos cada vez tienen mejores recuerdos del ayer, ratificando el viejo adagio que “tiempo pasado siempre fue mejor”. Sin dudas que estos últimos cuatro años, llenos de sucesos vertiginosos nos hacen idealizar tiempos pasados como años esplendorosos y donde todo era tranquilo, “hagamos de Chile un país fome otra vez” es algunas de las consignas que se leen en redes sociales.
Este fenómeno no es exclusivamente nuestro, hay países en donde la cultura del pasado brillante y el presente decadente se manifiesta muy claramente allende los Andes, no por nada desde hace ya treinta años existe un canal de cable que tiene el nombre de esta columna, inmortalizado además el tango de Gardel, eran los años de la Argentina potencia mundial, tierra de esperanzas para millones de extranjeros que cruzaron el Atlántico para tener un mañana mejor. Solo en Chile desde hace algún tiempo se volvió más común recordar el pasado como algo mejor que el presente, sobre todo el país construido entre las décadas de los noventa y la primera del actual siglo.
La televisión sólo ayuda a esa construcción de nostalgia. Teletrece ha preparado una serie de reportajes conmemorando el aniversario número cuarenta de uno de los programas culturales más relevantes de la historia de nuestra pantalla, Mundo de Hernán Olguín, pero también el canal de Luksic ha diversificado esa nostalgia a través del matinal Tu Día , el pasado viernes tomaron varias horas para hacer algo que varios recopiladores han hecho a través de redes sociales, revisar revistas antiguas y rememorar algunos de los comidillos del espectáculo en épocas anteriores. En TVN, los días viernes en el noticiario central también hacen eco de estos rescates del pasado, sobre todo rescatando archivos del periodo histórico relativo a los cincuenta años de la crisis institucional de 1973 y del golpe de Estado.
Estos bocaditos de nostalgia (bien conocemos esa frase en este portal) están muy bienvenidos, siempre se valora que la televisión recuerde su legado, sobre todo en los grandes esfuerzos realizados en construir una industria relevante y trascendente, pero es necesario generar una reflexión necesaria, ¿cuanto de buenos fueron los tiempos pasados? ¿Hasta cuando los podemos distinguir hechos verídicos de un pasado ejemplar con una construcción idealizada del ayer? Pensar que todo iba bien hasta que un grupo de maleantes destruyeron nuestra estabilidad es un discurso cada vez más aceptado, desconociendo los profundos problemas sociales que desencadenaron en hechos hoy olvidables por sus consecuencias negativas como lo es el estallido social de 2019. Esto también lo asocio a la televisión, hasta cuanto la televisión era mejor a la actual, y cual pueden ser los puntos negros que hicieron que nuestra industria empeorara y que se pretender dejar de lado en desmedro de una imagen prístina de la pantalla chica del ayer.
Si, es positivo revisar nuestro ayer, ayuda mucho para aprender lo que podemos aprender para nuestros desafíos a futuro, pero no nos perdamos, entramparse en el pasado solo nos hace más incapaces para justamente enfrentar el cada vez más desafiante futuro. Que la nostalgia sea solo un instrumento y no una forma de vida, que no caigamos en el discurso que la vida del ayer es la que debemos adoptar para superar las complejidades del día de hoy.