Desde que el cuestionado Jair Bolsonaro perdió las elecciones dejando a un Brasil fracturado y absolutamente dividido, los medios afines a su figura que recurrieron muchas veces a la difusión de las llamadas “fake news” y que surgieron incluso mediante la bendita pauta oficial quedaron en un muy mal pie.
El diario local O Globo -parte del multimedio que agrupa al famoso canal de televisión- constató el esperable momento que vivieron dichos llamados “pasquines”, que recurriendo a las falsedades y a la desinformación, lograron construirse un falso prestigio que luego de la victoria de Lula da Silva se desmoronó como un castillo de naipes.
Tal es el caso del canal de YouTube “Foco do Brasil”, que según cuenta el citado medio tenía incluso acceso a la interna del Palacio da Alvorada durante el bolsonarato y que desde octubre del año pasado no publica contenido alguno. Esto se debe en parte a que el Tribunal Superior Electoral (TSE) determinó su desmonetización debido a la difusión de “noticias falsas o descontextualizadas” durante la anterior campaña.
La investigación estimó que por efectos de la misma, los dueños del canal digital recibían más de 67 mil dólares por mes por esta clase de videos absolutamente desinformativos.
En la actualidad y luego del fin de la monetización y de ser implicados en otro juicio del Supremo Tribunal Federal (STF), Foco do Brasil dimitió a sus presentadores y hoy busca sostenerse con donaciones de nivel “patriota” y “capitán”, ofreciendo beneficios como contenido exclusivo.
La sanción del TSE también afectó a otros tres canales dentro de YouTube: Folha Política, Dr. News y Brasil Paralelo, este último que incluso ofrece suscripciones para un catálogo de videos conservadores y ultraderechistas.
Cabe señalar que fuera de YouTube, algunos artículos son compartidos por el círculo bolsonarista teniendo acumuladamente 223 millones de visitas desde abril de 2022 hasta marzo de este año, según un estudio de la consultora Bites. Estos corresponden a los sitios Jornal da Cidade Online (JCO), Pleno News y Revista Oeste.
Sin embargo, para JCO no todo es miel sobre hojuelas puesto que en el mes pasado su tráfico fue de siete millones de visualizaciones, su peor desempeño dentro de todo el análisis, asi como también su difusión cayó a la mitad.
Algunos dueños de dichos canales han sido condenados, como es el caso del bloguero Allan dos Santos del desaparecido canal Terça Livre, el cual escapó hacia Estados Unidos luego de una solicitud de prisión preventiva. Hoy está considerado como prófugo y prohibido de usar cualquier tipo de red social.
La ley contra las Fake News
Actualmente, se discute en el Congreso de Brasil una ley que busca prohibir y penalizar las noticias falsas, la cual ya ha sido resistida por las llamadas “Big techs” que se han negado a transparentar el dinero que reciben por concepto de estos medios que recurren a las falsedades. Hace unas semanas de hecho se decretó la suspensión de Telegram, la cual fue revocada al cabo de unos días.
El bolsonarismo ha retrasado constantemente la votación mientras la presión de organismos como Sleeping Giants Brasil ha conseguido, entre otras cosas, concientizar sobre este complejo tema para que el daño a la democracia jamás se vuelva a repetir.