¿Criticar sin estar debidamente informados? Eso uno lo espera de medios rifleros o de dudosa procedencia y con muchos puntos y apellidos, pero no de uno que busca ser “hijo del rigor”.
El día de ayer (10) el sitio Interferencia publicó un reportaje realizado por la periodista Laura Landaeta respecto a las condiciones con las que la productora Bizarro consiguió la externalización del Festival de Viña del Mar, algo del cual durante este año hemos sido férreos críticos.
Todo iba perfecto, de hecho hay mucho dato sabroso que bien vale la pena tener en cuenta y otras cuyos actores mencionados deberán saber explicar o aclarar, sin embargo hubo un párrafo que cae en una falacia gigante, y que hoy desde esta tribuna que sigue atentamente tanto el (buen) ambiente artístico como el de la televisión, y sobre todo el del pop femenino, me es pertinente desmentir. Cito textual:
La parrilla de artistas del Festival 2023 dejó mucho que desear. Salvo un par de nombres, en su mayoría se trató de artistas poco masivos o, como fue el caso de Cristina Aguilera, en un momento bajo de su carrera, cuando se presenta principalmente en casinos y escenarios de menor envergadura. Algo totalmente alejado del glamour que por décadas caracterizó al festival de Viña.
Creo que a la señorita Landaeta le viene bien informarse o impregnarse de la cultura musical. Christina Aguilera (con “h”, hasta en eso le yerra) no ha actuado precisamente en escenarios “de menor envergadura” como ella definió desde su desconocimiento. Durante el año pasado, la diva pop que se ganó el cariño de los chilenos fue galardonada y homenajeada en varias ocasiones en eventos importantes.
En los Premios Billboard de la Música Latina ella obtuvo el Premio Espíritu de la Esperanza, siendo reconocida por dar voz a las minorías. Junto a ello, el año pasado Aguilera ganó varios Latin Grammy por este nuevo disco, entre ellos el de Mejor Álbum Vocal Pop Tradicional, siendo además la primera vez que la consigue. Y si vamos un año antes, en 2021 también la honraron en los People’s Choice Awards.
Estas premiaciones distan mucho de ser un escenario de peso pluma, como quiso aseverar esta profesional del periodismo. Más aún tratándose de eventos que salen para todo el mundo y que lógicamente llegan a Latinoamérica, incluyendo este país, a través de los diversos sistemas de streaming y de TV paga -de hecho la versión hispanoparlante del grammófono sale año tras año por TNT- y que son asistidos por millones de televidentes en la región. ¿Entre ellos estaba usted?
A la hora de criticar es bueno estar informados y hacerlo con conocimiento de causa. Laura Landaeta debería tomarlo en consideración a la hora de brindar estos reportajes, muy necesarios por cierto, pero que vienen endulzados con muchas inexactitudes, como es el caso de calificar el presente de la intérprete de “Falsas esperanzas”.
En todo caso y si me pongo buenista, no la culpo. Esto es fruto de cerca de quince años de dominio farandulero que nos impidió a muchos chilenos conocer en vivo y en persona a figuras de buen nivel, los cuales fueron rezagados en favor de personajes de dudosa calidad humana, y que género del que es parte Landaeta se encargó de impulsar, dejando atrás el talento y las cualidades que cada uno de nosotros tenemos.